domingo, 17 de abril de 2022

José Aliaño. La época flamenca de un olvidado saetero jerezano

 
En sintonía con este tiempo de Semana Santa próximo a su conclusión tan arraigado en Andalucía abordaremos la figura de un cantaor apenas estudiado. Se trata del jerezano José Aliaño Palomo quien tuvo su especialidad en la saeta. Con él haremos un repaso a los artistas flamencos que le acompañaron en su trayectoria artística.
El cantaor jerezano José Aliaño Palomo.
 
El Diccionario Enciclopédico del flamenco expresó la siguiente escueta reseña:
 
Aliaño Palomo, José. Jerez de la Frontera, 1902. Cantaor. Destacó principalmente por saetas, estilo que interpretaba con personalidad y con el que obtuvo algunos premios en certámenes locales.”.[1]
 
Imagen retrospectiva de Jerez de la Frontera.
 
El nacimiento del cantaor tuvo lugar concretamente el lunes 26 de mayo de 1902 en el barrio de Santiago de Jerez, sin que podamos concretar más en este aspecto ya que de momento no hemos tenido acceso a ningún documento de su nacimiento o bautismo. La única referencia encontrada a tal efecto es la que ofrece el diario “El Guadalete” en su edición del día siguiente a su alumbramiento, siendo su nombre el que cierra la pequeña nómina de natalicios registrados:
 
Página 3 del n.º 14.454 de “El Guadalete. Periódico político y literario” de Jerez de La Frontera;
Martes 27 de mayo de 1902.
 
Nada podemos concretar de su infancia, simplemente constatar que al menos tuvo dos hermanas Francisca y María nacida en 1892. De su juventud sabemos que vivió en el n.º 25 de la calle de la Merced, y que su gusto por comer pescado le provocó dos peligrosos percances en su privilegiada garganta en el año 1924, teniendo que ser atendido en el Hospital de Santa Isabel. En ambas ocasiones el referido periódico local registró el suceso sin apenas variación:
 
Sucesos locales.- (...).
Curados en la Casa de Socorro: 
José Aliaño Palomo, 21 años, Merced 25; extracción de espina de pescado en la faringe: leve.”.[2]
 
 
Saetero desde sus inicios
 
La primera noticia que constata a José Aliaño cantando saetas es el Lunes Santo de 1928 a la popular imagen del Cristo de la Viga. Se trata de un extracto de una crónica procesional que firma “Manfredo” que deja entrever a un ya experimentado saetero y su vinculación cofrade:
 
Portada del n.º 23.033 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera;
Martes 3 de abril de 1928. A la derecha la imagen del Cristo de La Viga.
 
Dos días después, el 5 de abril, Jueves Santo, vuelve Aliaño a elevar la plegaria hecha cante ante el popular “Prendi” de Santiago. El mismo cronista ilustra acerca de la imaginera que esculpió esta veneradísima imagen tan querida por los jerezanos:
 
Semana Santa.-
El Prendimiento.
Sean nuestras primeras líneas para ensalzar las delicias artísticas de aquella mujer célebre en el arte escultórico que se llamó Luisa Roldán, conocida vulgarmente por ‘La Roldana’. Es la imagen de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento una de las mejores esculturas que hacen estación en nuestra Semana Santa y acompañada de las imágenes de San Pedro y Nuestra Señora del Desamparo, recorrió anoche las calles de Jerez, cuyo paso fué presenciado por numeroso público. (...).
La banda de cornetas y tambores de los Exploradores jerezanos, la del Batallón de Pavía y la de trompetas del Regimiento Lanceros de Villaviciosa, acompañaron a la procesión en su marcha, que la abría la escuadra de batidores de la referida unidad y cerrándola un piquete de Infantería al mando del teniente Sr. Ristori y una sección de Caballería a cuyo frente marchaba el oficial D. Diego Aguilar.
En medio del mayor orden desfiló esta cofradía, sobre todo por la calle Duque de Almodóvar, cantándose desde un balcón del Hotel «Los Cisnes», muchas y sentidas saetas, siendo muy elogiadas las de D.ª Josefa Rodríguez Ceballos y su hermana Conchita y las de José Aliaño.
Nuestra enhorabuena a la referida Hermandad y muy especialmente a su Junta Directiva.
Manfredo.”.[3] 
Postal antigua de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento.
 
Al día siguiente, José Aliaño se desplaza a la localidad de Puerto Real para cantar nuevamente saetas allí, según testimonia la prensa gaditana:
 
En portada del n.º 2.953 del diario “El Noticiero Gaditano”;
Lunes 9 de abril de 1928.
 
Antes de finalizar ese mismo año Pepe Aliaño, tras la toma de dichos, contraerá matrimonio con María Luisa González Fernández. Uno de los padrinos de su boda sería su buen amigo, el guitarrista jerezano Sebastián Núñez:
 
Notas de Jerez.- (...).
Esponsales.
En la noche del pasado domingo firmaron su contrato de esponsales en la Iglesia Parroquial de San Pedro, la bella señorita María Luisa González Fernández y el apreciado joven D. José Aliaño Palomo, tomando la promesa el presbítero D. Anselmo Andrades.
Después de verificada esta formalidad, los invitados pasaron al domicilio de la novia, donde fueron espléndidamente obsequiados, desarrollándose la velada hasta avanzada hora, reinando en todo momento la mayor alegría.”.[4]
 
En portada del n.º 3.170 del diario “El Noticiero Gaditano”;
Miércoles 19 de diciembre de 1928.
 
Según se desprende de esta información nuestro cantaor ejercía por entonces el oficio de “mecánico”, siendo posible que lo fuera de la ambulancia del Laboratorio Municipal de Higiene de Jerez de la que también era su chófer, según documentación que veremos más adelante. Esta presunción en cierto modo también se avala por el hecho de que otro de los testigos de su boda, Juan Viejo García, hacía las labores de técnico de desinfección de mencionado centro, siendo por tanto uno de los compañeros de trabajo del cantaor.
 
Fachada principal del Laboratorio Municipal de Higiene de Jerez en la Ronda de Muleros antes de ser trasladado a la plaza de Santa Isabel (actual de La Merced).
 
 
Aliaño y la Semana Santa jerezana
 
Poco más de un año después encontramos a Pepe Aliaño junto a Sebastián Núñez cantando en el Teatro Eslava de Jerez:
 
De espectáculos.- (...).
Teatro Eslava.
Por la compañía de Roberto Banquells, estrenóse anoche en este coliseo el sainete en un acto de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, música del maestro Calleja, ‘El niño me retira’. (...).
Esta noche será reprisada en la sección de las nueve, tomando parte en ella el buen cantador de cante flamenco José Aliaño y el notable guitarrista Sebastián Núñez y a continuación hará su debut con ‘La alegría de la huerta’, el excelente tenor Antonio de Quirós, quien cantará al finalizar la función, el ‘Adiós a la vida’, de Tosca. (...).
M.”.[5]
Cuadro Flamenco de los guitarristas Sebastián Núñez y Javier Molina (en el centro) para la feria de abril de 1934. Aperecen además los bailaores Matías El Pili (primero por la derecha) y Paco Laberinto (tercero), entre otros.
(Archivo Juan de la Plata).
 
En la Semana Santa de ese mismo año de 1930 vuelve Aliaño a cantar a los tronos más emblemáticos de su ciudad junto a excelsas saeteras como Isabelita de Jerez:
 
Desfile triunfal de la popular cofradía del barrio de San Telmo.
A las cinco de la tarde del indicado día, con puntualidad marcadísima, hizo su salida procesional de la ermita del populoso barrio de San Telmo, la Pontificia y Real Archicofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, el Evangelista San Juan y Nuestra Señora del Valle, a cuyas veneradas y queridas imágenes han tributado, sus devotos cofrades el primer lugar y los jerezanos todos, el ferviente y sincero homenaje de siempre, desbordándose el entusiasmo de la multitud en muchos de los diferentes lugares del trayecto. (...).
 
El palio de la Virgen del Valle de Jerez.
 
De ex profeso dejamos de consignar porque el exceso de original nos lo impide y ser además por casi todo el pueblo conocido, los detalles del desfile de la cofradía por la calle del Sol donde más se destaca el fervor y el entusiasmo de los devotos de tan queridas imágenes; su paso por la Plaza de Belén, donde millares de personas pugnaban por ocupar los sitios estratégicos para mejor contemplar el grandioso espectáculo. Los presos desde las rejas de la cárcel demostraban su entusiasmo vitoreando a la cofradía y a su digno mayordomo, escuchándose infinidad de saetas.
En la calle Duque de Almodóvar el gentío era imponente en todo lo largo de la anchurosa vía, escuchándose igualmente muchas y bien cantadas saetas.
En un balcón frente al edificio de la Compañía Sevillana de Electricidad, cantó con voz clara y armoniosa, la bellísima señorita María Aguilar Barca, repetidamente hasta ocho o diez saetas, en medio de los más cálidos elogios.
Entre ellas dijo al Cristo, avalorada con su voz cristalina, la letra de nuestro compañero Cimorra: 
«Príncipe, Padre y Señor
del rico y del pordiosero...»
 
Muy notables, por cierto, fueron también las cantadas por los profesionales ‘Isabelita de Jerez’ desde los altos de Fornos y Aliaño en el balcón del Círculo La Peña.
Próximamente a las dos de la madrugada hacía su entrada la cofradía en su templo, resultando el momento de una solemnidad sin límites. (...).
La de Nuestra Señora de la Soledad.
Satisfechísimos deben estar cuantos integran la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, por la brillantez que ha revestido este año la procesión con su titular, esplendor que ha superado al de años anteriores, sobre todo al desfilar por la calle Duque de Almodóvar. (...).
Como siempre, la salida de esta hermosa imagen fue presenciada por numeroso público, cantándose sentidas saetas y prodigándose elogios calurosos al exorno y alumbrado del ‘paso’. (...).
Manfredo.”.[6]
Isabel Ramos Moreno ‘Isabelita de Jerez’, 
inmensa cantaora y competidora de José Aliaño en las saetas.

Hotel Los Cisnes y Restaurante Fornos en la calle Larga, antigua Duque de Almodóvar, de Jerez. En sus balcones cantó en muchas ocasiones saetas José Aliaño.
 
Es cuanto menos interesante este evocador artículo del gran periodista jerezano Manuel Sambruno Barrios recordando en los siguientes párrafos precisamente las saetas que José Aliaño dirigía a esta última venerada imagen de “La Soleá”:
 
Mater Dolorosa.-
La Virgen de La Soledad.- 
Eres más bonita, Madre,
que la nieve en el barranco;
que la rosa en el rosal,
que el lirio blanco en el campo.
¡Madre de la Soledad! (.../...)
 
Yo recuerdo hoy esa oleada de piedad que hace un año llenaba con sus espumas blancas una iglesia sencilla, hermosa, del barrio de Santiago. La iglesia de la Victoria insuficiente para ello, abría sus puertas conteniendo una oleada humana, que en su movimiento besaba amorosamente el manto negro, ‘toíto’ cubierto de estrellas de la Virgen de la Soledad.
Mater Dolorosa, la «Virgen de las Coronas», escucharía las súplicas de sus infinitos devotos, que pugnaban por acercarse a su imagen a contarle junto al oído tantas penas hondas y tantos sufrimientos.
Emocionado yo contemplaba tiernas escenas que iluminaban como soles ojos abundantes de lágrimas.
Antigua fotografía de la Virgen de la Soledad de Jerez
a cuya imagen tantas veces cantara José Aliaño.
 
Pensaba entonces que al pueblo español no podía arrancarse su tradicional Semana Santa. Recordaba aquellas tardes misteriosas del Viernes Santo, en que enmudecidas las campanas sólo turbaba el silencio vespertino la saeta del creyente que escapaba de su pecho. Aquellas tardes románticas, bañadas ya tibiamente por el sol, en que Aliaño, el gran ‘cantaor’, asomado a un balconcito blanco, coquetón, lleno de tiestos de flores, entre alelíes, geranios, jazmines y claveles cantaba a la Madre de la Soledad,
 
Eres más bonita, Madre,
que la nieve en el barranco...,
 
Todos los años, entre murmullos de oraciones, entre saetas y verdadera lluvia de flores, entre coronas artísticas y olorosas, ha ido prodigando la resignación, la conformidad cristiana, la Virgen de mi barrio, con la dulzura de su mirada, ese día del Viernes Santo, cuando entre encapuchados severos, vistiendo túnica de morado y negro, entre nubes de incienso, recorría las calles de Jerez cuando el Sol agonizaba...
Todas las madres tienen pena, pero ninguna como la Virgen de la Soledad. La virgen más bonita que la nieve en el barranco, la rosa en el rosal, y que el lirio blanco en el campo, como cantaba Aliaño.
Mañana en que comienza el solemne triduo en su honor ha de verse rodeada de millares de devotos la Virgencita del barrio de Santiago.
Sambruno.”.[7]
 
 
Fiestas flamencas de bautizos, dichos, bodas y otros acontecimientos en Jerez
 
Al final de ese mes de abril Aliaño es padre de una niña:
 
Página 4 del n.º 24.650 de “El Guadalete”;
Miércoles 23 de abril de 1930.
 
Ese mismo año participa Aliaño, junto a Sebastián Núñez, en fiestas de bautizos de los hijos de algunos amigos suyos:
 
Página 3 del n.º 24.651 de “El Guadalete” de Jerez de La Frontera; domingo 27 de julio de 1930. A la derecha imagen retrospectiva de la calle San Miguel con su parroquia al fondo.
 
En portada del n.º 24.732 de “El Guadalete”;
Domingo 9 de noviembre de 1930.
 
A inicios del año siguiente José Aliaño ilustrará con sus saetas un drama religioso en doce jornadas que se representó en el Teatro Eslava al menos durante el mes de marzo de 1931. Estaba a cargo de la compañía dramática Bejarano con dos pases de puesta en escena: a las ocho y a las diez y cuarto:
 
En página 2 del n.º 24.839 de “El Guadalete”;
Sábado 14 de marzo de 1931.
 
Ese mismo mes de marzo se organiza una fiesta en la casa del propio cantaor al ser obsequiado con un cuadro por el pintor jerezano Juan Padilla que resaltaba su especialidad flamenca:
En página 3 del n.º 24.850 de “El Guadalete”;
Viernes 27 de marzo de 1931.
 
En mayo y junio de ese mismo año participa en las fiestas a su amigo Juan M. Cala Alegre que contrajo matrimonio Rafaela Mejías Aranega, cantando tanto en la fiesta de dichos, que tuvo lugar el sábado 16 de mayo, como en la de la boda del domingo 14 de junio de 1931. De estas crónicas sociales extraemos algunos apuntes del citado diario jerezano: 
Notas del repórter.= (...).
-En el domicilio de la novia se celebró el pasado Sábado la firma de esponsales de la bellísima Srta. Rafaela Mejías y nuestro estimado convecino y amigo D. Juan M. Cala. (...).
Hubo un rato de fiesta, interviniendo el notable profesor de guitarra D. Manuel Tubío y el gran cantador de flamenco Pepe Aliaño, así como el excelente tenor jerezano D. Antonio Soto.
La boda ha sido fijada para mediados del próximo mes de Junio.”.[8]
 
Notas del repórter.- (...).
-A las ocho y media de la mañana del Domingo contrajeron matrimonio en la iglesia parroquial de San Miguel (...).
Los numerosos invitados a la ceremonia religiosa fueron espléndidamente obsequiados, organizándose una fiesta andaluza en la que tomó parte el gran cantador de flamenco Pepe Aliaño. (...).”.[9]
 
A mediados del mes de julio de ese mismo año de 1931 cantó Pepe Aliaño junto a otros grandes cantaores en un homenaje al diestro jerezano Venturita (1910-1974) cuando principiaba en su carrera taurina el que fuera considerado como el mejor torero a capote de su tiempo. La crónica, de Rafael del Pozo Roldán quien firmaba con el pseudónimo de ‘Don Braulio’, merece, por los detalles de la fiesta, reproducirse íntegra:

Para festejar un éxito.-
Una cena íntima a “Venturita”.-
Fué un homenaje improvisado el que hace varias noches se le rindió al torero jerezano Ventura Núñez «Venturita», para festejar sus triunfos en las tres actuaciones que lleva en nuestra plaza.
De momento constituyóse una piña de buenos amigos, que en varios autos, carretera de Sevilla adelante, sentaron sus reales en la venta de «El Altillo».
De la reunión, como otros tantos, formaban parte el ya veterano tocador de guitarra D. Manuel Tubío Romero y el gran cantador de flamenco Pepe Aliaño.
Apenas descorchada la primera botella del buen vino de la tierra, Manolo Tubío arrancó del instrumento, con la maestría de sus largos años de entusiasta afición, las primeras notas del cante «jondo», siguiendo en todas las manifestaciones del mismo desde el fandanguillo, que es como el hijo menor e inocente de aquél, hasta la venerable y castiza seguidilla, dueña y señora de estas expansiones que siempre dieron en llamar flamencas, del alma popular.
Aliaño interpretó admirablemente toda la gama de ésta, en momentos de verdadera inspiración, cuando no son los reunidos los que quieren escuchar al artista, sino que éste es el que anhela que aquéllos le escuchen.
Y de este modo plasmó desde ese inocente fandanguillo en que a veces más entusiasma la letra que la ejecución, hasta la venerable seguidilla, pasando por el cante de Levante, las soleares que se dan la mano con aquéllas, las malagueñas que tan inexplicablemente van olvidando los profesionales y los caracoles con su marcado sabor del siglo pasado.
 
Instantánea del torero jerezano Ventura Núñez ‘Venturita’ en una faena de muleta.
(Fotografía Iglesias).
 
Calló un instante la vihuela y surgió el momento solemne de la reunión. Fué aquel en que Aliaño entonó unas saetas, con esa voz potente y fresca, con esa pujanza y poderío de que hace galas con sorprendente facilidad en el último tercio de la misma, en que más bien que un cantar popular parece que entona una plegaria a la imagen a que va dirigida.
Incansable después Manolo Tubío acompañó a la guitarra a Salvador Junquera, un hermano de «Juanito Hambre», que da al fandanguillo una salsa gitana verdad; Juanito Bauza, que cantó con mucho aquél, llegando hasta a hacerlo por soleares; Enrique Mediavilla, que da al fandango un estilo «sui géneris»; Antonio, el encargado del establecimiento de «La Manzanilla», que apuntó muy bien, –no es raro estando ducho en el manejo de la tiza,- unos fandangos primero y unas seguidillas después...
Iba entrando la madrugada. Se les hizo cumplido honor a varios pollos que horas antes eran dueños y señores del corral de la casa, y de los que no quedaron más que los huesos, amén de unos granos de arroz y un poco de la salsa de tomate, con que fueron presentados a la mesa por el veterano Juan Domínguez.
Se alzaron unas copas más, brindándose porque continúen los éxitos del joven espada jerezano y porque todos los concurrentes buenos y leales amigos suyos, volvieran a reunirse en torno al torero en la tarde triunfal y memorable en que reciba la alternativa.
Ante la máquina de Javier González «posaron» los concurrentes, hizo explosión el magnesio y quedaron las figuras de aquéllos recogidas en la cámara para que trasladadas después a la cartulina, constituyan un documento fehaciente del entusiasmo que unos amigos sintieron por «Venturita», en sus primeros pasos por la profesión que bajo tan excelentes auspicios comienza.
Don Braulio.”.[10]
El jerezano Juan Pomares Junquera, ‘Juanillo Jambre’. Su hermano Salvador fue uno de los cantaores que junto a Pepe Aliaño intervinieron en la fiesta a Venturita.
 
Ese mismo verano –menos de un mes y medio más tarde-, la esposa de José Aliaño dará a luz a su segunda hija. Como no podía ser de otro modo en la fiesta del bautizo aun siendo más íntima se hacen oír los cantes del orgulloso padre acompañado de las guitarras de Manuel Tubío Romero y Sebastián Núñez García:
 
En página 4 del n.º 24.974 de “El Guadalete”;
Sábado 22 de agosto de 1931.
 
Si ello ocurrió un viernes, el sábado acude Aliaño, acompañado por el tocaor Sebastián Núñez, al festejo del bautizo de la niña Teresa Gómez Leal en San Miguel, según señala el mismo diario días después:
 
Gacetillas.-
Bautizo.- En la iglesia parroquial de San Miguel, recibió en la noche del Sábado, las aguas bautismales, la hermosa niña que hace días dió a luz la apreciable Sra. D.ª Ángeles Pastora Leal, esposa de nuestro estimado convecino D. Antonio Gómez Martín.
A la neófita se le impuso el nombre de Teresa, siendo apadrinada por sus abuelos paternos.
Terminada la ceremonia religiosa se trasladaron los numerosos invitados al domicilio de los padres de la recién bautizada, donde fueron espléndidamente obsequiados, improvisándose una agradable fiesta flamenca en la que tomaron parte el notable cantador José Aliaño y el no menos notable profesor de guitarra Sebastián Núñez.
Felicitamos a los padres de la nueva cristiana y deseamos a ésta todo género de felicidades y largos años de vida.”.[11]
Vieja fotografía de la Iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera.
 
Al poco, final de agosto, se requiere su cante para la fiesta de esponsales de la hermana de Rafaela Mejías Aranega de la que hay que recordar se había casado hacía dos meses y medio, y cuyo esposo, amigo de Aliaño, hacía ahora de testigo. En la correspondiente crónica social, que realiza “El Guadalete” tres días después, se expresa:
Notas del repórter.- (.../...).
-El pasado Sábado, día 29, a las nueve de la noche y en el domicilio de la novia, se celebró la toma de dichos de la bella señorita Matilde Mejías Aránega, con el estimado joven D. Francisco Gómez Martín. (...).
Después de la ceremonia el elemento joven se entregó a las delicias del baile y por los artistas Sebastián Núñez y Pepe Aliaño se organizó una fiesta de cante flamenco que resultó muy agradable.
Para asistir a dicho acto vino ex profeso de Sevilla la bellísima señorita paisana nuestra Charito Rodríguez Cala.
Los numerosos invitados fueron espléndidamente obsequiados por el futuro matrimonio, no decayendo la animación y alegría hasta altas horas de la madrugada.”.[12]
 
Todo ello ocurre casi por los mismos días en que una prima del tocaor Sebastián Núñez, Dolores Lozano Núñez formaliza el mismo trámite canónigo con el joven José García Barea. Se dice que, en la fiesta flamenca de después que para el caso se forma, el guitarrista toca acompañando al cantaor Paco Toro, aunque no es descartable que igualmente cantara Aliaño.

 
Actuaciones en el Teatro Eslava
 
Hasta finales del año siguiente, 1932, no tenemos noticias de Aliaño. Esta vez su cante se dejará oír en el teatro:
Página 4 del n.º 25.350 de “El Guadalete”;
Domingo 13 de noviembre de 1932.
 
La acogida de este espectáculo flamenco es buena y a la semana siguiente se organizó otra: 
Página 3 del n.º 25.355 y página 4 del n.º 25.356 de “El Guadalete”;
Ediciones del sábado 19 y domingo 20 de noviembre de 1932.
 
La crónica, a cargo nuevamente por ‘Don Braulio’, ensalza en cierto modo la figura de Javier Molina, y deja entrever la escuela de Chacón en Aliaño. Se trata de una descripción muy completa con apreciaciones sobre el cante muy sustanciosas y destacando las capacidades de los guitarristas:
 
Anteanoche en Eslava.-
Jerez sigue siendo cuna del arte flamenco.-
Ha aparecido en el tablado Javier Molina.
Su figura, como su arte, inconfundibles.
Parece que no pasan años por él, que no está educando en la actualidad a la tercera generación, desde que se inició como profesional de la guitarra.
Lleva ésta en la zurda, suspendida con tanto cuidado cual si fuese un talego repleto de oro.
Se hace el silencio. Javier, con manos escuálidas, comienza a acariciar el instrumento. Diríase que está arrullando a un hijo de sus entrañas, colmándole de mimos y caricias.
Alguien dijo que la guitarra tenía cuerpo de mujer, y que al hacerla sonar reía y cantaba, lloraba y gemía, a impulsos del que mandaba en ella como si fuese dueño de su corazón.
Javier Molina fué anteanoche el artista cumbre, mago de su arte incomparable, que se sintió joven como en aquellos días gloriosos para el cante flamenco en que tocaba por malagueñas a D. Antonio Chacón –aquellas malagueñas cuyo estilo se llevó éste a la tierra- y por solerares y seguidillas a ‘Carito’ y ‘Frigones’. (sic)
Época aquella, en que el fandanguillo no había invadido el campo éste, para mistificarlo y empobrecerlo, haciéndolo decaer, aunque los menos sensibles quieran anteponerlo a toda otra manifestación del cante ‘jondo’.
Sí; Javier me hizo vivir anteanoche momentos inolvidables.
Si hay que atenerse a la impresión popular de que Javier toca cuando quiere, tengo que reconocer que el Domingo, Javier quiso.
Entusiasmado, la emoción se le retrataba en el rostro, demacrado por la potencia de las luces de las candilejas, y no atinaba a dejar caer la vihuela sobre sus piernas como si no quisiera molestarla, para después, en los instantes cumbres de su inspiración de artista grande, apretujarla más y más sobre su corazón y mover con rítmico nerviosismo los huesudos dedos de la diestra, cual si quisieran salírseles de sus engarces.
Yo tengo para mí que Javier Molina lloró satisfecho de su obra, cuando sus paisanos una y otra vez le aplaudieron con una espontaneidad y entusiasmo como pocas veces escuché.
Javier Molina, sigue siendo el apóstol de la guitarra, fidelísimo intérprete de los sentires populares plasmados de manera más intensa en las seguidillas y en las malagueñas, en las tarantas y en las soleares.... aquellas soleares flamencas que tan admirablemente supo interpretar el Domingo.
* * *
Sebastián Núñez es otro artista jerezano de mérito indiscutible. (...).
Sebastián Núñez ha sido y sigue siendo un enamorado de la guitarra.
Cada día que transcurre se le nota un adelanto.
Tiene otra técnica que Javier Molina y tocando al lado de éste, el conjunto resulta de un efecto admirable.
Sebastián Núñez es un creador más a la moderna. Entra más de lleno en el campo de la música y a sus compases ajusta más su actuación.
Su alma de artista se puso al nivel de su veterano camarada en la noche del Domingo, y con él compartió los aplausos más cálidos de la velada.
Javier Molina y Sebastián Núñez, constituyen un dueto digno y merecedor de recorrer los grandes teatros como heraldos dignísimos del arte de la guitarra.
* * *
Javier Molina, con un jovencísimo Manuel Morao.
 
Hacía tiempo que no escuchaba cantar a José Aliaño, que tantas veces conmoviera mi alma en las noches de recogimiento de la Semana Mayor, cuando su voz potente y clara se dejaba escuchar lanzando una saeta, en la que ponía tal fervor y cariño, que diríase era una oración nacida del alma.
¿Quién no recuerda las saetas de Aliaño al Crucifijo de la Salud y a la Virgen de la Encarnación, a la salida de estas efigies del templo de San Miguel, precedidas de los cofrades en silenciosa comitiva, rompiendo la melancolía de la madrugada del Viernes Santo?
Eran aquéllas verdaderas ofrendas del artista a las veneradas imágenes.
Anteanoche le hubiese rogado a Aliaño que cantase aquélla de
 
«‘Adió’ inocente paloma...».
 
Y cuidado que hizo bien el cante de Levante.
Y no quiero decir a ustedes lo admirablemente que interpretó los fandangos del ‘Niño de Gloria’, que son, a no dudar, de los que «más pesan».
Yo esperaba que Aliaño se hubiese arrancado por malagueñas, de Chacón, porque es de los que mejor las ‘dicen’.
No fué así. Esperaré a otra ocasión para ‘jalearlo’. Porque yo soy de los que más se entusiasman con estas cosas, y como ya he dicho no ha mucho, se me pone una cara triste y hago unos pucheros que a mí mismo se me antojan ridículos.
* * *
El bailaor jerezano Matías Cala ‘El Pili’.
 
Los demás, no descompusieron el conjunto.
‘Ochele’, sigue siendo único en su género. Ese género que llevó a Madrid y con el que se sostuvo y vivió varios años.
Matías Cala ‘Pili’, es un bailador de raras aptitudes, llamado a ser figura.
Charito Heredia, baila con gracia y soltura, dándole vida a la zambra gitana que figura como número final del programa.
Juan Acosta, canta con gusto, ataca bien por fandanguillos, haciendo galas de grandes facultades.
‘Por las afueras’, oí cantar muy bien. En el ambigú contiguo al teatro, haciendo honor a unas copas de Jerez, se iniciaron por fandanguillos, pudiera decir que en competencia, dos jóvenes cuyos nombres siento desconocer, poniendo en sus notas todo el sentimentalismo que es le más destacado valor de esta clase de cante.
Eslava fué anteanoche, nuevamente templo en que se rindió culto al cante ‘jondo’, con su aditamento esencial de guitarra.
El público, ese público de esta clase de veladas en que cada espectador es un crítico, pasó un rato agradable y se entusiasmó como pocas veces presencié.
Don Braulio.”.[13]
 
A inicios del mes siguiente, concluyendo el año 1932 el Teatro Eslava sigue con la misma dinámica de actuaciones programándose la primera semana de diciembre otros dos eventos similares, aunque esta vez sin la presencia de Javier Molina:
 
Página 3 del n.º 25.367 y página 4 del n.º 25.368 de “El Guadalete”;
Ediciones del sábado 3 y domingo 4 de diciembre de 1932.
 
 
El homenaje póstumo a don Antonio Chacón
 
El penúltimo día de ese año de 1932, es de nuevo Rafael del Pozo ‘Don Braulio’ quien rescatando la idea de otro noble paisano hace ostensible la petición expresa al Consistorio jerezano de organizar un justo y merecido homenaje póstumo a don Antonio Chacón coincidente con el cuarto año de su fallecimiento:
 
Jerez le debe un homenaje a D. Antonio Chacón.
Hubo un jerezano, D. Manuel García Mier y Fernández de los Ríos (q.e.p.d.), que propuso hace algún tiempo al Excmo. Ayuntamiento y éste acordó, por unanimidad, que se le diese el nombre del eximio artista a la calle de Cazón.
El acuerdo municipal ha quedado incumplido hasta ahora.
¿No es llegado el momento de que se ponga en práctica?
La Comisión Municipal de Fiestas está integrada por ciudadanos entusiastas del género que nadie cultivó tan bien como don Antonio.
¿No podría rendírsele un homenaje a su memoria al dar cumplimiento a aquel acuerdo?
Esto aparte ¿no encajaría una velada en su honor en uno de los teatros de Jerez, en el Eslava, por ejemplo, a la que prestaran su desinteresado concurso algunos artistas de los muchos que aquí cuentan, colaboradores unos de la obra de Chacón, como Javier Molina, felices imitadores otros como José Aliaño, destacado concertista como Sebastián Núñez, que está llamado a ser una de las magnas figuras de la vihuela?
La Banda Municipal, podría prestar así mismo su valiosa cooperación, interpretando en ese acto obras netamente andaluzas, en las que vibra el alma de su entusiasta director, D. Germán Álvarez.
Y los jerezanos, al par que rendir ese tributo de admiración a D. Antonio Chacón, coadyuvarían a una obra social altamente benéfica y cristiana.
Los beneficios de esta función podrían destinarse a engrosar la suscripción de la Fiesta de Reyes.
Acaso se me opondrá que la fecha del 6 de Enero está encima.
No importa, si se pone en ello buena voluntad.
Manos, pues, a la obra. La Comisión municipal de Fiestas cediendo la banda de música, el Ateneo Jerezano encargándose de los detalles del festival, tienen la palabra.
Porque no me quisiera equivocar al dar por seguro, que la empresa de Eslava cedería el teatro, y que Javier Molina, Sebastián Núñez, Pepe Aliaño y algún otro, no vacilarán en dar su valioso concurso para una fiesta que cuenta con el cariño y las simpatías de todo Jerez.
Podría aquella celebrarse el día 3 ó 4 de Enero.
La fecha del descubrimiento del rótulo que dé el nombre de D. Antonio a la calle Cazón se celebraría más adelante.
Y no faltarían iniciativas para llevarlos a la práctica, rodeándolo de algún acto eminentemente popular.
Don Braulio.”.[14]
 
Placa conmemorativa del nombramiento de la calle de don Antonio Chacón,
antigua de Cazón en Jerez de la Frontera. El acuerdo de rotular se cumplimentó en pleno tres años y medio tras el evento.
 
La iniciativa cala, el homenaje se aprueba y el 3 de enero de 1933 la prensa ya vislumbra la preparación del programa a base de flamencos jerezanos que anuncian su participación:
 
Sobre el homenaje a D. Antonio Chacón.-
Artistas que se han ofrecido desinteresadamente para tomar parte en el homenaje proyectado a D. Antonio Chacón:
Manuel Fernández ‘El Imperial’, Juan Acosta, José Aliaño, Manuel Fernández ‘El (...)cho’, Tomás Torres, Rafael Pantoja ‘Niño de la Carabinera’, Vicente Pantoja Antúnez, Matías Cala ‘El Pili’, Lolita Méndez, Charito Heredia, ‘Niño Caracol’, Javier Molina y Sebastián Núñez.
Con estos valiosos elementos y con el magnífico concurso de la Banda Municipal, escuchada siempre con tanto entusiasmo por el público, puede asegurarse que la función a beneficio de la simpática Fiesta de Reyes constituirá un éxito sin precedentes.”.[15]
 
La organización del evento corrió a cargo del Ateneo Jerezano, con la intención de destinar su recaudación en beneficio de la “Fiesta de Reyes”. Finalmente tuvo lugar el ansiado homenaje póstumo a don Antonio Chacón el cual se desarrolló en el Teatro Eslava el domingo 8 de enero de 1933. El acto tuvo una primera parte de marcado carácter literario con los poetas José M.ª Pemán y Julián Pemartín quienes enaltecieron con sus versos al cantaor, así como Antonio Chacón Ferral ‘An-Cha-Fe’ (1886-1936). Tras ellos la consecuente fiesta flamenca en la que, además de Aliaño, lucieron sus habilidades Juan Acosta, Tomás Torres (sobrino de Manuel Torre), El Batato, Rafael el Carabinero, Antoñirri y varios más, acompañados de las guitarras Javier Molina y Sebastián Núñez:
El escritor, dramaturgo y poeta gaditano José María Pemán y Pemartín (1897-1981), fue uno de los intelectuales que prestó su concurso al homenaje póstumo de don Antonio Chacón.
 
La correspondiente crónica del evento se insertó en primera página de “El Guadalete” a los dos días:
El Festival de anteanoche en Eslava.-
El homenaje a D. Antonio Chacón.-
El éxito del espectáculo celebrado anteanoche en el Teatro Eslava, fue clamoroso, pudiéramos decir sin precedentes.
Siendo la iniciativa de aquél de un compañero de Redacción, nos releva del compromiso de dedicarle todos los elogios que en sí merece.
Por otra parte, apremios de espacio y agobios de original, no nos permiten hablar del acto con la debida atención.
Desde media tarde, estaban agotadas las localidades todas del popular coliseo y al comenzar la fiesta quedaba en la calle más público que el que había en el interior.
La brillante Banda Municipal, dirigida por el notable y entusiasta director D. Germán Álvarez Beigbeder, interpretó admirablemente el programa anunciado, en el que vibraba el alma popular.
La ‘España Cañí’, las ‘Soleares y Sevillanas’, obra delicada de Germán Álvarez, ‘El baile de Luis Alonso’, el pasodoble ‘Pepita Creus’, fueron escuchados con religioso silencio y al finalizar cada ejecución la concurrencia rindió homenaje de admiración al brillante conjunto que honra a Jerez.
Por el apreciable joven Sr. Alcocer se leyeron poesías a la memoria del famoso cantador flamenco, de José María Pemán y de Clemente Gutiérrez Cimorra, nuestro querido amigo y compañero.
Después otro estimado camarada, Antonio Chacón Ferral, que acaba de regresar de América, en breves y floridas frases recordó el amor que siempre había sentido por Andalucía desde su retiro durante cerca de un cuarto de siglo en el otro continente, recitando a continuación una inspirada poesía exaltando el cante popular andaluz.
El director de ‘Claridad’, D. Julián Pemartín, acto seguido, leyó una inspirada poesía que había compuesto expresamente para este homenaje.
 
Elenco de participantes y artistas jerezanos en el escenario del Teatro Eslava de Jerez.
El segundo por la izquierda sentado es Antonio Chacón Ferral. Entre los flamencos se aprecian los guitarristas Javier Molina y Sebastián Núñez y al lado de éste Pepe Aliaño.
 
Y se pasó a la última parte de la fiesta. La en que varios artistas honraban cada cual con la medida de sus facultades, pero todos ellos con la mejor voluntad y lo que es de estimar más aún, con pleno desinterés, al gran maestro cuya memoria se evocaba.
Fue el de anteanoche un verdadero concurso de cante y baile flamenco con la colaboración indispensable de la guitarra.
No vamos a destacar aquí a este o al otro actuante. Todos por igual merecen nuestras simpatías y la gratitud de los organizadores.
Cantaron, por fandanguillos, Manuel Fernández ‘El Imperial’; por medias granadinas, Manuel Sáchez ‘El Troncho’; por fandanguillos también, Vicente Domínguez, que por primera vez se presentaba al público; por tarantas, farrucas y colombianas, Juanito Acosta y por malagueñas, estilo Chacón y fandangos de ‘El Niño Gloria’, Pepe Aliaño, que a pesar de encontrarse indispuesto no quiso restar su concurso al homenaje.
El cuadro flamenco final, fue una cosa seria. Lo amenizaron con sus guitarras Javier Molina y Sebastián Núñez, que dicho sea de paso estuvieron incansables, bailando Lolita Méndez, Charito Heredia, Juan Domínguez ‘Batato Chico’, Matías Cala ‘El Pili’ y Antonio Barba ‘Antoñirri’, cantándoles Tomás Torres y Rafael Pantoja ‘Niño del Carabinero’.
Después de las doce terminó la función de la que pueden estar satisfechos sus organizadores por el éxito tanto artístico como económico.”.[16]
Clemente Gutiérrez Cimorra.
 
Clemente Gutiérrez Cimorra, evocaba y reivindicaba al final de ese mismo mes la fiesta de este homenaje en un artículo del que entresacamos los siguientes párrafos:
 
Una fiesta en Jerez.- (...).
Aquella noche, sin saberlo, toda Andalucía estaba genuflexa, enviando silencios de su alma hacia Jerez. (...).
La fiesta de que hago glosa tan atrasada (esto no es periodismo, pero es algo mejor; es sinceridad) fue una reunión de los que hacen el arte flamenco y de los que lo re-crean, lo interpretan y lo valorizan. Los primeros son la superioridad de la creación sobre la exégesis. Fernández, Acosta, Aliaño –bronce dominador de «saetas»- Lola, Charito, Molina –los dedos arañando el corazón- Cala, «Batato», Rafael Pantoja –Egipto pelea con la copla- y otros más.
Yo sé que el profano no sabe nada de ellos; pero tampoco sabe quien es Manuel Torres. (‘Era un día señalao’...).
Los segundos... Los segundos, además de los gustadores que catan, sienten y callan, éramos unos cuantos que hicimos siempre el esfuerzo de incorporar a lo intelectual y a los «papeles» el arte que es de todos, por ser del pueblo. Estábamos allí, fraternalmete. Por encima de todas las ideologías dispares, que la emoción de unas «siguiriyas», cuando entra frío por la espalda, es el más grande denominador común. (‘A canelita y clavo’...). (...).
«An-Cha-Fé» y Pemartín ofrecieron a Chacón (‘Qué tienes con mi persona’...) la plena madurez de su tributo. A Chacón, que está en los cielos. Porque hizo mucho bien a los cristianos.
Desde allí, el maestro, emocionado, nos volvía a cantar. Yo lo escuchaba perfectamente. (‘Engarzá en oro y marfil’...) y (‘A la derecha te inclinas’...). (...)..”.[17]
 
Otras actuaciones en los teatros jerezanos
 
Quince días después se celebra en el mismo escenario del Eslava una función benéfica con parte de los artistas que tomaron parte en el homenaje a Chacón y otros nuevos:
Página 2 del n.º 25.409 y página 1 del n.º 25.401 de “El Guadalete”;
Ediciones del sábado 21 y domingo 22 de enero de 1933.
 
Uno de los cantaores que compartieron aquel escenario fue el malogrado Manuel Blanco Soto ‘El Gaché’ hermano de Tía Anica La Piriñaca:
Página 4 del n.º 25.401 de “El Guadalete”;
Domingo 22 de enero de 1933.
 
Manuel Blanco Soto ‘El Gaché’. Actuó con Aliaño
en el escenario del Teatro Eslava de Jerez a inicios de 1933.
 
El 2 de abril de 1933 José Aliaño actuará en la localidad gaditana de Bornos al frente de un pequeño elenco: 
Boxeo.-
Hoy Domingo se celebrará en Bornos una magnífica velada de boxeo (...).
También habrá un cuadro flamenco y humorístico, a cargo este último de Aliaño.
Ttigni.”.[18]
 
Una semana después Aliaño vuelve a actuar en el escenario del Teatro Eslava de su localidad, con cantaores jerezanos, sevillanos y onubenses. Se trataba de un espectáculo flamenco organizado por su compadre Sebastián Núñez, que despertó gran expectación:
Página 2 del n.º 25.466 y página 3 del n.º 25.467 de de “El Guadalete”; 
ediciones del sábado 8 y domingo 9 de abril de 1933.
 
Espectáculos.- (...).
Teatro Eslava.
Por la noche.- Dos secciones. A las 8 y a las 10.
Grandioso espectáculo de ópera flamenca compuesto por un escogido programa de los mejores artistas flamencos.
Precios: Butaca, 1’25; Delantero, l‘00; Grada, 0’50.”.[19]
 
Con algunos elementos de este espectáculo del Eslava vuelve a actuar Aliaño el martes 25 de abril en el Teatro Villamarta participando en una función benéfica:
 
Portada del n.º 25.478 de “El Guadalete”;
Domingo 23 de abril de 1933.
 
La crónica del evento se produjo a los dos días a través nuevamente de “El Guadalete” de la extractamos los siguientes párrafos:
 
En Villamarta.-
Función benéfica a favor de los ciegos jerezanos.
Tuvo lugar anteanoche la función benéfica organizada por el Sr. Fernández Collantes, a fin de constituir la Sociedad de ciegos jerezanos.
Tan humanitario como simpático fin llevó al Villamarta selecta concurrencia (...).
Diversos y heterogéneos elementos habíanse reunido para formar un programa de singular aliciente.
Primeramente escuchamos a nuestra gran Banda Municipal (...).
Estaba la segunda parte dedicada al bell canto y la concurrencia pudo deleitarse escuchando a dos artistas jerezanos de gran mérito; el tenor Orellana (...) y a Fernando González Gordón (...), fueron calurosamente aplaudidos y obligados por las manifestaciones de entusiasmo a hacer comparecer en la escena a su maestro, el gran tenor García Riquelme, que tantos lauros consiguió en los principales teatros del mundo.
Puso fin al espectáculo un cuadro flamenco, formado por hijos de Jerez, cuna del cante ‘jondo’ y del baile ‘cañí’, los cantadores ‘Niño Flores’, Juan Núñez ‘Niño de Utrera’, Domínguez y Aliaño muy especialmente celebrado y los ‘bailaores’ Lolita Méndez, Rosario Heredia, ‘Pili’ y ‘Antoñirri’, cantaron y bailaron con toda la sal y maestría de la tierra, siendo todos ellos aplaudidísimos. (...).
X.”.[20]
Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera hacia 1930.
 
Curiosa fotografía en que Javier Molina aparece 
colocando las manos en la guitarra a un ciego.

El referido diario, en la edición de ese día, a su vez anunciaba la oferta de la feria jerezana con un cuadro flamenco en el que nuevamente participa Pepe Aliaño:
 
Nuestra Feria Abrileña.-
Continúan celebrándose los festejos.- (.../...).
Para mañana, primer día de feria.
A las siete de la mañana: Diana por la Banda Municipal de Música, la Jerezana, la del Hospicio, Exploradores y Cruz Roja. Lanzamiento de cohetes y morteros. (...).
Por la noche: Concurso de bailes de sociedad durante las tres noches de feria en la Caseta Popular. Seis grandes premios. Entrada libre. Funciones de cante flamenco por los siguientes notables artistas: Cantadores, Luis Vargas, ‘Niño Flores’, Rafael Pantoja ‘Niño del Carabinero’, José Aliaño y Francisco Fernández. Bailadores: Adela Fernández, Lolita Méndez y Charito Heredia; el pequeño Antoñito Romero, Juan Domínguez y Matías Cala ‘El Pili’. Acompañados a la guitarra por los profesores Sebastián Núñez y Javier Molina. Entrada gratis.
Cinematógrafo público y gratuito en el Parque.
Conciertos por la Banda Municipal de diez a doce.
Tanto el baile como el cante flamenco y el cinematógrafo público empezarán a las nueve y media de la noche en los tres días de feria.”.[21]
 
Imagen retrospectiva del Real de la Feria de Jerez.

 
En el homenaje a Laura de Santelmo
 
El último día del mes de mayo de ese año de 1933 se produce un gran homenaje a la bailarina y bailaora sevillana Laura Navarro Álvarez ‘Laura de Santelmo’ (1897-1977) en las bodegas de Fernández Gao de Jerez. La crónica, como siempre de muy buena factura, estuvo a cargo nuevamente de Rafael del Pozo Roldán ‘Don Braulio’ que se centra en la fiesta flamenca, donde participan junto a Aliaño buena parte de los artistas flamencos aquí nombrados:
 
Ateneo Jerezano.-
Un “Xerez de honor” a Laura de Santelmo.-
En las bodegas de Fernández Gao.
Ambiente netamente andaluz, más que andaluz, jerezano.
Tiene por escenario la fiesta, los jardines de unas famosas bodegas, cuajadas de flores, en el último día del mes de ellas. (.../...).
Ya estamos otra vez en plena fiesta.
Ha llegado Laura de Santelmo a las bodegas de Fernández Gao.
Manolo Cancela la acompaña. Ha sido el alma de esta fiesta en honor de la artista eminente que anteanoche ‘explicó’ su cátedra en el aula de Villamarta.
Se la hace un entusiasta recibimiento. Allí están confundidos los intelectuales del Ateneo Jerezano, los castizos de ‘El Tablón’, los artistas jerezanos que brotan cada día que transcurre de esta tierra privilegiada, que si no se riega con agua del Tempul, la que del cielo cae sobre ella, es tan bendita que rara es la espiga que no sostiene un grano orondo, henchido, que lleva en su vientre un cantaó, un tocaó o un bailaó.
Fernando Fernández Gao, en unión de sus familiares, recibe a la de Santelmo.
Este apellido de la artista, recuerda algo grande en el pecho del entusiasta camarero secreto del Pontífice. ¡Viva el Papa! ¡Viva...!
Apenas ha habido tiempo de que suene el ruido grato de un descorche.
Sebastián Núñez, comienza a acariciar su guitarra.
¡Venga jaleo! Ya está Lolita Méndez, machacando sobre el entarimado, siguiendo las ilustraciones de su hermano, que canta por bulerías, con una gracia y un estilo inconfundibles.
Laura Santelmo, no puede resistirse a la tentación que le producen estos girones arrancados del muñeco inconfundible de Andalucía.
Quiere hundir sus ojillos más aún en el cerebro, como entregándose a la realidad de este Jerez flamenco de veras, meca, cuna, mantilla y pañal, de todo lo que huele a él.
Allá va Matías Cala, ‘El Pili’, que marca los compases del baile sobre el entarimado del departamento principal de la casa, saltando las tablas del mismo, con ritmo grave de castañuelas sordas, como si quisieran lanzar al aire la figura de líneas gitanas del artista.
Sebastián Núñez, se muestra incansable, lo mismo acompaña al que baila, que al que canta.
Ahora va a hacerlo Juanito Acosta. Unas bulerías castizas; después, unas colombianas impecables. ¡Y este muchacho que no ha atravesado el ‘charco’!
Ahora, silencio. Se está entonando Pepe Aliaño. ¿Por qué se nos arrancará?
Sebastián juguetea sus dedos sobre las cuerdas tersas de la vihuela. Las ha mimado antes con una solicitud de buen padre.
-Anda, Aliaño, –ahí lo tienes,- grita un intelectual de nuevo cuño. ‘Juy’ repite otro hasta cansarnos. ¡Qué manera más rara y chocante de expresar lo que se siente!
Los invitados, cuyos números van engrosando, se distribuyen por los jardines, desapareciendo sus figuras en la obscuridad de la noche.
-¿No hay quien me dé una copita? –susurra uno.
-¿Dónde está el chavocillo? –agrega otro.
-Arrímame costo –murmura el de más allá.
Se llenan y se vacían, como obedeciendo a una mecánica especial copas y más copas, centenares de recipientes de ‘La Mina’.
Alrededor de la mesa amplia, colmada de fiambres, pastas y dulces, sólo quedan unos rezagados, acaso los que han acudido de manera obligada, porque aquello no les interesaba: los flamencos –a decir de ellos mismos- no comen.
Sorprendo un saludo original:
-Hola mi amigo; somos como los grifos de Tempul, que se encuentran en todas partes...
‘Ochele’, después de bailar ‘El cepillo’, ese baile tan suyo, tan original e inconfundible, acude a la repostería con ansias de quedarse solo.
Ha hecho mesa limpia, ha arrastrado de malilla, a poco si hace las diez de última.
-‘Ochele’, baila otra vez, que allí te llaman.
-¿A mí?
-Sí, a ti; vete ya que eres capaz de comerte los recortes de un hojalatero.
 
Interior de las Bodega Fernández Gao Hermanos en Jerez donde se celebró la fiesta en honor a Laura de Santelmo. (Instantánea del embotellado del coñac).
 
Silencio otra vez. ¿Quién canta ahora? ¿Quién se dispone a bailar?
-Es una muchachita de este barrio, vecina de la casa, que ha querido corresponder a una atenta invitación de D. Fernando.
Palomita nueva. Va vestida de blanco, como la pureza de su alma.
Se entona unos fandanguillos. Después se marca el baile gitano, con un donaire sin igual. No vayáis a buscar en los tablados, entre el oropel de las bambalinas, ni los destellos de los reflectores, otra figura tan ingénua.
Maruja Medrano Jiménez, ha sido arrancada por unos instantes del hogar modesto y honrado de los suyos, para dar la sensación de lo que en este aspecto es Jerez de la Frontera.
Canta otra vez Aliaño; eleva su voz potente en el cante del ‘Niño de Gloria’; imita de manera inconcebible a D. Antonio Chacón en sus malagueñas y en sus caracoles; rompe el silencio de todos al entonarse unas saetas, en cuyos tercios más difíciles hace alardes más grandes de sus facultades.....
Se arrebujan todos en torno del artista. Unas lagrimillas caen por los carrillos de los que sienten en lo más dentro del pecho el fervor religioso.
Sigue la fiesta. Corre el vino en abundancia, se levantan las copas como si se fuese a apagar la sed que produce el cansancio y el trabajo.
Se estrechan manos distanciadas por motivos incomprensibles, se hacen amistades y se desechan escrúpulos inconfesables.
Tomás García Figueras, después de las frases sinceras y cálidas que ha empelado para ofrecer el homenaje, departe satisfechísimo con todos.
Butler, premiosillo como siempre, dispara unas placas.
Laura de Santelmo no acierta a expresar su gratitud.
Reniega de los zapatos estrechos que se ha traído, que le impiden manifestarse como artista e la intimidad.
¡Malditas estrecheces!
Sebastián Núñez borda unas danzas las mismas que le escuchamos años ha en Marruecos, con una corrección que asusta.
Pepe Aliaño vuelve a cantar por malagueñas.
Maruja Medrano, hace de nuevo el baile gitano.
‘Pilí’, trastea por última vez sobre el entarimado.
Avanza la noche Los jardines, poblados de flores, parecen rendir homenaje al mes que agoniza.
Allá, en todo lo alto, preside la fiesta una tajada de melón, que acostada al declinar la tarde, parece que se va alzando hasta parecernos que se monta y se pasea sobre una mecedora, en tanto que avanza la noche.
Acaba de pasar por sobre nuestras testas el espíritu de D. Antonio Chacón. Recibimos un soplo inspirador de ‘La Macarrona’. ‘Ramirito’ se me antoja que ha estado entre nosotros.
Laura de Santelmo, en este homenaje tan sencillo, tan noble, tan nuestro, debió sentir como nunca el alma grande de la Andalucía castiza en su más viva y sangrante manifestación.
Don Braulio.”.[22]
Cuadro flamenco que actuó en el homenaje a Laura de Santelmo en la bodega de Fernández Gao de Jerez. Sentados, de izquierda a derecha: Juan Acosta, Maruja Medrano Jiménez, Sebastián Núñez, Laura de Santelmo, Matías Cala ‘El Pili’, Lolita Méndez y José Fernández ‘Ochele’. De pie, detrás del guitarrista y la homenajeada, José Aliaño.
(Fotografía de Augusto Butler).
 
La fiesta tuvo alguna repercusión sirviendo para que Juan Miguel Pomar le dedicara un romance que fue publicado en el mismo diario al día siguiente:
 
Portada del n.º 25.508 de “El Guadalete”;
Viernes 2 de junio de 1933.
 
La prensa de Sevilla también se hizo eco de la sonada fiesta aportando algunos datos más de la misma:
En página 3 del n.º 12.218 de “El Liberal” de Sevilla;
Sábado 3 de junio de 1933.

A mediados del mes de julio de ese año se constituye la Sociedad de Arte flamenco de Jerez de La Frontera, que quizá sea el primer antecedente histórico de un organismo en pro de este arte:
 
Sociedad de Arte y Cultura Nacional.=
En la noche del día 13 quedó constituida la sección de Arte flamenco de esta sociedad, resultando elegido como director artístico de dicha sección, el notabilísimo tocador de guitarra D. Javier Molina, para presidente el no menos notable Sebastián Núñez y para secretario el aplaudido cantador José Aliaño.
De la pericia y entusiasmo de tan competentes profesionales, esperamos una actuación brillantísima y una era de resurgimiento del verdadero arte regional, fiel expresión del alma sentimental de nuestro pueblo.
Tony.”.[23]
Sebastián Núñez sentado y de blanco junto a Javier Molina
entre un grupo de aficionados jerezanos, hacia el año 1943.
(Archivo Juan de la Plata).
 
Nuevas saetas y fiestas flamencas en Jerez
 
El nuevo año de 1934 se estrena con la feliz llegada de un nuevo vástago del cantaor, quizá su primer hijo barón, Alberto Aliaño González:
 
Gacetillas.-
Natalicio.- Ha dado a luz felizmente un robusto niño la Sra. María González Fernández, esposa del notable cantador de flamenco Pepe Aliaño y Palomo.
La madre y el recién nacido gozan de excelente salud.
Que sea enhorabuena.”.[24]
 
A finales de ese mismo mes de febrero Aliaño vuelve a cantar saetas, esta vez en los cinco días dedicados al culto y devoción de la popular Virgen del Valle en su ermita de San Telmo. Lo contaba nuevamente el cronista Rafael del Pozo de cuya extensa crónica rescatamos estos párrafos:

Cultos cuaresmales.-
En San Telmo.
Terminó anteayer en esta ermita el quinario que, con gran lucimiento y extraordinaria concurrencia de fieles, se venía celebrando organizado por la antigua y Pontificia Archicofradía que en dicho templo radica, en honor a sus titulares, las veneradas imágenes del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima del Valle.
El exorno del altar mayor, que había sufrido radical transformación para este último día, era brillantísimo y del más depurado gusto artístico. (...).
Los cultos de la noche revistieron una brillantez y solemnidad inusitada. (...).
El conjunto musical que dirige el Sr. Asencio, nos deleitó, como en noches anteriores, ejecutando unas coplas original del maestro de capilla de la Catedral de Sevilla, don Eduardo Torres y otras preciosas coplas del maestro Eslava, cuyos solos de tenor tuvo a su cargo el formidable cantante D. José Orellana. (...).
La capilla de música mencionada, ejecutó el del maestro Torres, a dos voces.
Concluido el brillante ceremonial religioso, fuimos sorprendidos con unas sentidas saetas, cantadas por el popular Aliaño, con su inimitable estilo. (.../...).
Don Braulio.
Jerez 26-II-934..[25]
Ermita de San Telmo de Jerez en el año 1921.
 
Un mes después de nacer el último hijo de Pepe Aliaño se celebra su bautizo como venía siendo tradición en la Iglesia de San Pedro. En la consiguiente fiesta flamenca en la que canta el orgulloso padre le acompañará un tocaor paisano que desde 1927 había estado ausente de su tierra. Se trata de Rafael del Águila Aranda (1900-1976) quien con el tiempo fuera maestro de casi todos los guitarristas jerezanos posteriores a él y que llegan a nuestros días:

Página 3 del n.º 25.684 de “El Guadalete”; domingo 4 de marzo de 1934. 
A la derecha imagen de un joven Rafael del Águila
 
Dos meses después, a inicios de mayo de 1934 Aliaño, es requerido nuevamente, esta vez para amenizar una fiesta flamenca en la hacienda Los Garciagos de Jerez.
 
De Fútbol.- (.../...).
Una gira campestre.
Antes de ayer se celebró la gira campestre organizada por el Xerez F. C. para agasajar al Sevilla F. C. por su brillantísima actuación en los partidos de Seguda División de Liga, logrando alcanzar el campeonato de la misma.
El acto tuvo lugar en el hermosa hacienda ‘Los Garciagos’, graciosamente donada por su propietaria la condesa de Garvey.
Asistieron unas ciento cincuenta personas, entre ellas todos los directivos sevillanos y del titular, los jugadores de ambos equipos y representaciones de la Federación Regional Sur y Colegio de Árbitros. (...).
Terminado el almuerzo, hubo su sección de cante flamenco, a cargo de Aliaño, ‘El Manquito’ y ‘Ochele’.
Poco después de las seis de la tarde emprendiese el regreso a Jerez, continuando los sevillanos para su tierra, agradecidísimos de las atenciones para con ellos tenidas por el Xerez y encantados de la esplendidez de la gira que en su honor organizara el titular.”.[26]
 
Del Manquito diremos que, además de cantaor, era un conocido mozo de estoques cuyo verdadero nombre fue Antonio Benítez Balboa. Cuatro meses después de esta fiesta con Aliaño, concretamente el viernes 7 de septiembre de 1934 y cuando acudía contratado a una juerga flamenca, moría en aparatoso accidente de tráfico junto al tocaor José Jiménez Sarmiento (a) ‘Prinaca’ al chocar el automóvil en que viajaban contra una camioneta de pescado en las inmediaciones de Jerez a causa de la niebla.
 
Aliaño también participará en la fiesta posterior al bautizo de la niña M.ª Dolores Picón Lorenzo que tuvo lugar el 30 de mayo de 1934, según la narración del tantas veces nombrado cronista de “El Guadalete” don Braulio:
 
Portada del n.º 25.758 de El Guadalete”;
Sábado 2 de junio de 1934.
 
El sábado de esa semana se da otra fiesta análoga en San Pedro, esta vez para celebrar el bautizo del niño Manuel Santos Suárez del que se dice “Actuaron de padrinos el bailador de flamenco Matías Cala ‘El Pili’ y su esposa Carmen Repeto”, siendo posible que interviniera Aliaño, aunque la prensa no lo mencione expresamente:
 
Terminada la ceremonia religiosa los numerosos invitados pasaron al domicilio de los padres del nuevo cristiano, donde fueron obsequiados, improvisándose una fiesta netamente flamenca, en la que tomaron parte casi todos los artistas y aficionados del género de esta localidad, entre ellos los tocadores de guitarra Sebastián Núñez, Rafael del Águila, Sarmiento y Francisco Espinosa.
Todos ellos rivalizaron en la ejecución de su arte respectivo, siendo muy elogiados por la concurrencia, durando la animación hasta muy de mañana. (...).”.[27]
 
Al año siguiente, 1935, y ante la expectación de la Semana Santa el articulista Manuel Sambruno reivindica las figuras de José Aliaño y María La Jerezanita como saeteros:
 
Informaciones y Reportajes.-
El fervor popular aumenta extraordinariamente, ante la proximidad de la Semana Santa.- (.../...).
La cofradía de la Virgen del Dolor, consustancial con Jerez, restaría prestigio y solemnidad si no hiciese estación. Popular se hizo esta Hermandad porque, como se recordará, a su paso por nuestra calle principal, siempre se promovía algún revuelo, sin que se supieran las causas que lo motivaran.
Este año, como otros de grata evocación, que tantos pensamientos hacen acariciar en la mente, en la plaza de San Dionisio, iluminada fantásticamente por caprichosos colores, hemos de oír:
 
«Alondras y ruiseñores
cantan al nacer el día,
y en el cáliz de una flor
beben lágrimas que envía
la Vírgen del Mayor Dolor.»
 
Será Aliaño con su voz potente y serena que no dejará de acudir a cantar a la Virgen. Y María López, ‘La Jerezanita’, también cantará, entre el murmullo del público creyente y los aplausos que el fervor popular hará llegar hasta la imagen a quien tanto amor profesan los jerezanos, ha centenares de años. (...).
Sambruno.”.[28]
 
En marzo de 1935 la prensa se hacía eco de la dolencia de su hijo:
 
Notas del Reporter.= (.../...).
-Se encuentra mejor del mal que sufre desde hace unos días, el pequeño Alberto Aliaño, hijo de nuestro estimado convecino D. José Aliaño Palomo, notable cantador de flamenco.”.[29]
 
Y en 11 de abril, participa en un recital de saetas en Cádiz:
 
Notas del Reporter.= (.../...).
-Mañana Jueves, en el Gran Teatro Falla, se celebrará una función extraordinaria, a base de un concurso de saetas, que será revestido de muchos atractivos.
Para tomar parte en dicha función ha sido invitado el conocido cantaor de ésta José Aliaño, que actuará como final del acto.”.[30]
 
Gran Teatro Falla de Cádiz.
 
Para ya el Martes Santo cantar saetas en su localidad junto a María La Jerezanita en los distintos pasos de la Semana Santa de Jerez
 
Las Cofradías Jerezanas.-
Hacen su salida procesional con brillantez suma y sus imágenes veneradas son aclamadas por el pueblo.-
La de Nuestra Señora de las Angustias.
A las siete y media de la tarde de anteayer, con puntualidad marcadísima, hizo su salida procesional esta antigua y fervorosa Cofradía, a cuya organización había precedido el rezo de la Corona Dolorosa y unas frases breves y oportunas del virtuoso sacerdote D. Tomás Torres Silva.
Abría la marcha al lucidísimo y ordenado cortejo, la cruz de guía y banderas de la Hermandad, figurando estandartes y atributos de la Pasión, formando a uno y otro lado los cofrades en número bastante crecido.
La imagen queridísima de Nuestra Señora de las Angustias descansaba en su hermoso paso primorosamente adornado con gran cantidad de flores blancas y moradas, luciendo espléndida iluminación de cera en lujosa candelería, todo ello artísticamente distribuido y combinado, fiel reflejo del gusto exquisito y delicado que caracteriza a las distinguidas camareras de la Virgen, D.ª Petra García Figueras, de Mantaras y D.ª Consuelo García-Pelayo, de Picardo.
Al aparecer la sagrada imagen de Nuestra Señora en la puerta del tempo, el gentío, estacionado en los alrededores de la capilla, exteriorizó su fervoroso entusiasmo con una ovación clamorosa y entusiasta, escuchándose ensordecedores vivas y aclamaciones.
Explosiones de cariñosa veneración, reveladoras de profundo catolicismo, de que los jerezanos dieron pruebas evidentes en distintos lugares del trayecto. (...).
El desfile de la Cofradía por la calle Duque de Almodóvar resultó brillantísimo, majestuoso, escuchándose infinidad de saetas, algunas, como las de Aliaño en los balcones del Lebrero, muy notables y bien cantadas.
Nuestra brillante Banda Municipal, que cerraba el cortejo, interpretó inspiradas marchas fúnebres, yendo al frente del formidable conjunto, su director, D. Germán Álvarez Beigbeder. (...).
C.
Nuestra Señora de las Angustias de Jerez de la Frontera.
 
La del Santísimo Cristo de la Coronación.
A las ocho de la noche del Domingo salió de su capilla de los Desamparados la Hermandad del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas y Nuestra Señora de la Mayor Aflicción.
La procesión, en medio del mayor entusiasmo, recorrió las calles de su anunciado itinerario.
Abrían marcha la cruz de guía y ciriales.
Delante del paso del Señor iban entre otros hermanos D. Francisco Barrio, don Antonio Quevedo, D. Pedro Serrano, D. Domingo Asenjo y D. Antonio Romero.
La presidencia del paso de la Virgen la formaban el arcipreste de las iglesias de la ciudad, D. Juan Ruiz Candil; capellán de la Hermandad, D. Ángel Melgar; hermano mayor D. José Puerto Aragón y los señores don Eduardo Pardal, D. Manuel Álvarez Esteve, D. Herminio Teruel, D. Antonio Martín Bejarano y D. Juan C. Vaca.
El desfile se hizo dentro del mayor orden y lucimiento y en medio de un fervor enorme.
El público acogió la presencia de las imágenes con grandes aplausos.
Durante todo el recorrido se oyeron infinidad de saetas, destacando las cantadas por Aliaño y María López ‘La Jerezanita’.
Detrás del paso del Señor iba la banda de cornetas y tambores del Hospicio Provincial, marchando detrás del paso de la Virgen de la Mayor Aflicción la banda de música de dicho establecimiento, que ejecutó apropiadamente composiciones con la mayor perfección.
El paso de la Cofradía por las distintas calles, fué verdaderamente triunfal, especialmente al desfilar por las de su barrio, cuyo recorrido al regreso se hizo lentísimo por la enorme cantidad de saetas que se cantaron a las imágenes y por el entusiasmo del público.
(...).
Paso de la hermandad de Jesús Nazareno de Jerez en 1937.
 
La del Santísimo Cristo de la Yedra.
Correspondió ayer hacer estación a al Insigne Colegial a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Yedra y Nuestra Señora de la Esperanza, que radica en la capilla de la Puerta del Sol.
Venciendo numerosas dificultades de índole diversa, estos devotos cofrades lograron sacar en procesión sus veneradas imágenes, que fueron acogidas con vivas y nutridos aplausos por la inmensa muchedumbre que ocupaba en su totalidad la plazuela.
Severo era el adorno del paso del Santísimo Cristo, como corresponde al Misterio que en el mismo se representa.
Llamó poderosamente la atención el exorno y alumbrado del paso de Nuestra Señora de la Esperanza, cuya imagen lucía rico palio de terciopelo bordado en oro y rico manto de color grana. (...).
La procesión recorrió el itinerario, que hubo necesidad de acortar, sieno presenciado el desfile por numeroso gentío, resultando lucido el paso por la calle Larga.
Se escucharon numerosas saetas, algunas de ellas cantadas con exquisito gusto.
Próximamente a las dos y media de la madrugada se reintegró la procesión a su templo ante tanta concurrencia como a la salida, no obstante lo avanzado de la hora. (...).”.[31]
Ermita de la Yedra, en La Plazuela de Jerez.
 
La última noticia de José Aliaño antes de la Guerra Civil es de ese verano de 1935 en la que firma como testigo en una boda celebrada en San Miguel de Jerez:
 
Notas del Reporter.- (.../...).
-En la iglesia de San Miguel y ante el altar de la Santísima Virgen del Carmen, tuvo lugar en la mañana del Domingo el enlace matrimonial de la bella y simpática señorita Petra Resillez Parada, con el apreciable joven D. Juan Carrera García Crespo.
Bendijo la unión el cura ecónomo, D. José María de Lara, siendo apadrinados los contrayentes por el hermano de ella D. Santiago Resillez Parada y su esposa, D.ª Isabel Durán Trillo, firmando el acta matrimonial en concepto de testigos D. José Aliaño Palomo y D. José Carrascal Campos.
Los numerosos invitados, entre los que figuraba un ramillete de guapísimas muchachas, fueron obsequiados espléndidamente.
Los nuevos esposos, a los que deseamos muchas felicidades en su nuevo estado, salieron en viaje de novios para Algeciras, Gibraltar, Ceuta y otras poblaciones de nuestro protectorado.”.[32]
 
No obstante, y como ya adelantamos, sabemos que José Aliaño estuvo trabajando varios años en el Laboratorio Municipal de Higiene de Jerez, cuyo personal médico-veterinario analizaba y trataba las distintas enfermedades a partir de sueros y vacunas. Lo sabemos gracias a los informes que el doctor gaditano don José Estrade Camuñez (1904-1973), director del citado Centro desde 1933, elaboraba para el Ayuntamiento. En la “Memoria” de 1937 constata a estos dos trabajadores entre la “platilla” de la citada institución:
 
-‘Mozo de desinfección y Laboratorio’.- Juan Viejo García. (...)
-‘Chófer de Ambulancia’.- José Aliaño Palomo (interino).”.[33]
 
Al primero de los mencionados le recordamos como padrino de la boda del propio Aliaño en 1928.
Nuevamente el mencionado doctor e inspector municipal de sanidad Estrade Camuñez, el 10 de febrero de 1943 terminaría de redactar para el Consistorio jerezano la “Memoria del Laboratorio Municipal de Higiene” del año anterior. Dentro de la sección “Organización de los servicios”, específicamente, dice:
 
Para el servicio del Centro fué adquirido un coche furgoneta, encargándose de éste, desde los primeros momentos, el chófer D. Francisco Elena Soto, encontrándose dicho coche en perfecto estado de conservación por el buen trato que le dá este empleado.
La labor de otro chófer de este Centro, D. José Aliaño Palomo, encargado de la ambulancia, es digna de mencionarse, ya que siempre estuvo al cuidado de la misma para que se prolongase su escasa vida, ya que el coche estaba en muy mal estado de conservación cuando nos hicieron la entrega, desde esta fecha se ha convertido en ordenanza del Centro, repartiendo citaciones para vacunaciones, reparto de análisis a Centros Oficiales, citaciones de coches, cobranza de recibos, etc.”.[34]
 
Personal del Laboratorio Municipal de Higiene de Jerez con el alcalde republicano, Manuel Moreno Mendoza (con corbata sentado en el centro de la imagen). Se identifica a la auxiliar Ángeles Rubiales González y el chófer, que aparece a su derecha y tras ella de pie, Fernando González Porrúa. En el extremo derecho también sentado y con bata blanca, el director del Centro, el doctor don José Estrade, y detrás de él, con uniforme, José Aliaño.
 
Hasta aquí lo hallado sobre la vida del cantaor José Aliaño Palomo y su trayectoria artística local pues sus actuaciones se circunscribieron prácticamente a su ciudad natal y muy pocas localidades gaditanas. Esperemos que estos apuntes sirvan para que su nombre sea tenido en cuenta a la hora de ampliar la historia del flamenco de Jerez en general y de su saeta en particular.
 
 
Rafael Chaves Arcos
[1] Blas Vega, José & Ríos Ruíz, Manuel: Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco, Ed. Cinterco, Madrid, 1988.
 
[2] En portada del n.º 22.793 y en página 2 del n.º 23.021 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; respectivas ediciones del domingo 16 de marzo y martes 9 de diciembre de 1924.
 
[3] En portada del n.º 23.035 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 5 de abril de 1928.
 
[4] En página 3 del n.º 3.128 del diario “El Noticiero Gaditano”; miércoles 31 de octubre de 1928. Cinco días antes se anunció en página 2 del n.º 3.126 del mismo periódico dicha firma de esponsales; sábado 27 de octubre.
 
[5] En portada del n.º 24.588 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; miércoles 12 de febrero de 1930.
 
[6] En página 2 del n.º 24.648 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 20 de abril de 1930.
 
[7] Sambruno Barrios, Manuel: “Mater Dolorosa.- La Virgen de La Soledad”; en página 4 del n.º 25.455 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 26 de marzo de 1933.
 
[8] En página 3 del n.º 24.894 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 19 de mayo de 1931.
 
[9] En portada del n.º 24.916 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; miércoles 17 de junio de 1931.
 
[10] En portada del n.º 24.938 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 12 de julio de 1931.
 
[11] En página 3 del n.º 24.975 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 25 de agosto de 1931.
 
[12] Portada del n.º 24.981 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 1 de septiembre de 1931.
 
[13] En página 4 del n.º 25.357 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 22 de noviembre de 1932.
 
[14] En portada del n.º 25.390 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera en su edición del viernes 30 de diciembre de 1932.
 
[15] En portada del n.º 25.393 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera, en su edición del martes 3 de enero de 1933.
 
[16] En portada del n.º 25.399 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 10 de enero de 1933.
 
[17] Gutiérrez Cimorra, Clemente: “Una fiesta en Jerez”; en portada del n.º 25.407 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 29 de enero de 1933.
 
[18] Página 2 del n.º 25.461 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 2 de abril de 1933.
 
[19] Página 4 del n.º 25.467 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 9 de abril de 1933.
 
[20] en portada del n.º 25.481 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 27 de abril de 1933.
 
[21] En portada del n.º 25.481 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 27 de abril de 1933.
 
[22] Del Pozo Roldán, Rafael: “Ateneo Jerezano.- Un “Xerez de honor” a Laura de Santelmo”; en página 2 del n.º 25.507 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 1 de junio de 1933.
 
[23] Página 4 del n.º 25.536 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; domingo 16 de julio de 1933.
 
[24] página 3 del n.º 25.649 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; miércoles 17 de enero de 1934.
 
[25] Del Pozo Roldán, Rafael: “Cultos cuaresmales.- En San Telmo”; en portada del n.º 25.679 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 27 de febrero de 1934.
 
[26] Páginas 1 y 2 del n.º 25.733 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 3 de mayo de 1934.
 
[27] Página 3 del n.º 25.757 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; miércoles 30 de mayo de 1934. Con gran intuición me sugiere mi buen amigo y gran investigador Servando Repetto que, aunque no está confirmado por ninguna fuente, es altamente probable que el matrimonio formado por el bailaor Matías Cala (a) El Pili y su esposa Carmen Repeto fueran los padres del guitarrista jerezano José El Poeta (1927-2006), cuyo nombre fue el de José Cala Repeto.
 
[28] En portada del n.º 25.967 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 28 de febrero de 1935.
 
[29] En portada del n.º 25.985 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; jueves 21 de marzo de 1935.
 
[30] Portada del n.º 26.002 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; miércoles 10 de abril de 1935.
 
[31] en la página 2 del n.º 26.006 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 16 de abril de 1935.
 
[32] En portada del n.º 26.117 de “El Guadalete. Periódico de interés general” de Jerez de La Frontera; martes 27 de agosto de 1935.
 
[33] Estrade Camuñez, José: “Memoria del Laboratorio Municipal de Higiene en 1937; redactada por el director...”. Jerez de la Frontera; Tipografía municipal; viernes 4 de febrero de 1938, página 7.
 
[34] Estrade Camuñez, José: “Memoria del Laboratorio Municipal de Higiene en 1942; redactada por el director...”. Jerez de la Frontera; Tipografía municipal; 10 de febrero de 1943, página 12.

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