martes, 16 de febrero de 2021

El Posadero y el flamenco de su tiempo.

Trataremos en esta ocasión de seguir la trayectoria artística de un cantaor algo olvidado. Se trata de José Corbacho, conocido como El Posadero o El Posaero.

Imagen hasta ahora inédita del cantaor José Corbacho ‘El Posadero’.
(Fotografía F. Valdivieso)
 
 
Entre Jerez, Montellano y Ronda.
 
El lugar de nacimiento de este cantaor sigue sin estar del todo claro, por un lado en muchas ocasiones se anunciaba como “El Posadero de Sevilla” por lo que en principio se le hacía oriundo de la capital de Andalucía. De otro lado Rafael Pareja, quien fuera su primer mentor en el cante y que parecía conocerlo bien, le hace natural de Ronda. En el capítulo XIV de sus “Recuerdos y confesiones” redactados por el periodista Juan Biondi y fechados en 1952, con respecto al epígrafe titulado “Ramón “el de Triana”.”, y tras hablar de aquél, precisa sobre El Posadero:
 
Otro destacadísimo cantaor de aquellos tiempos fue “El Posaero”, que había nacido en Ronda y fue cochero en casa de un cuñado mío, muy conocido, llamado Correa “El de la Alfalfa”, que tenía una afamada cochera de coches de lujo y de punto. Aprendió a cantar de oírme a mí; y, como poseía condiciones y enorme afición, pronto asimiló cuanto le enseñé; y, ya profesional, siguió cantando y aún canta, siendo para mí un motivo de gran satisfacción que este discípulo mío ganara hace pocos años un concurso organizado en Madrid, cantando por Soleares, que los buenos aficionados saben que es lo más difícil del cante flamenco”.[1]
 
A partir de estas pistas y sabiendo que nuestro protagonista se llamó José Corbacho encontré dos personas que quizá pudieran obedecer a su identidad a través de nóminas de quintas para mozos en edad de alistamiento de 1904 en Sevilla y de 1911 en Ronda. Ambos de idénticos apellidos, Corbacho Redondo, cabiendo la posibilidad de que fuesen hermanos. Se deducía del primero llamado “José”, que habría nacido en 1884 en Sevilla, pero se nos antojaba demasiado antiguo. Del segundo llamado “José Alejo” por el mismo acta de reclutamiento se consigna que había nacido en Ronda el 5 de junio de 1891, estando domiciliado en San Carlos, hijo de José y Dolores, que por edad sí podría cuadrar más con nuestro cantaor.
Incluso el mismo Pareja, unas líneas más abajo del referido libro, apunta que El Posadero era tío de otro cantaor conocido por El Canario de Ronda de quien explica:
 
A un sobrino de “El Posaero”, llamado “El Canario de Ronda”, y de quien me habían hablado muy bien, lo llevé al Kursaal de Sevilla para probarlo y tuvo la oportunidad de que le acompañara el emperador de todos los tocaores flamencos: Javier Molina. Gustó muchísimo y después de actuar bastante tiempo fue contratado para La Línea de la Concepción, pero, enamorado de una mujer, se casó con ella, se retiró de la profesión donde le esperaban muchos éxitos y ahí acabó su carrera. Fue una lástima, aunque en el establecimiento de bebidas que puso y aún tiene, pueden los buenos aficionados oír cantar cuando él quiere hacerlo”.[2]
 
El cantaor Rafael Pareja primer maestro de El Posadero. A la derecha El Canario de Ronda en su bar de la calle El Clavel de La Línea de la Concepción
(Archivo Juan Rondón Rodríguez)
 
Según Juan Rondón Rodríguez, el cantaor El Canario de Ronda se llamó Francisco López Cabrera, había nacido efectivamente en Ronda (Málaga), en el año 1912 y murió en La Línea de la Concepción (Cádiz), el 28 de julio de 1958. Fue también conocido con los nombres de “Paquillo El Corto” y “Curro El Canario”. Por los apellidos debió ser sobrino político de El Posadero no carnal.
Sin embargo todas estas pesquisas se vinieron abajo por una revelación de peso de don Adolfo Real Torregrosa por la que todo parece indicar que este cantaor era jerezano:
Al Posaero lo escuché cantar muchos años en el restaurante “La Vinícola”, en la sevillana plaza del Duque. Cantaba muy bien. Sobre todo por seguiriyas. Decían que era de Montellano, pueblo de la provincia de Sevilla, pero él mismo me confesó que había nacido en Jerez de la Frontera, pasando de pequeño a vivir a Montellano”.[3]

Panorámica de Montellano en 1917. En este pueblo pasó su infancia José Corbacho.
 
Las únicas pistas encontradas que relacionan el apellido de nuestro aventurero con la mencionada localidad se recogen en diarios de Jerez. La primera la ofrece “El Progreso” al insertar la lista de diputados monárquicos y republicanos electos en febrero de 1871, donde recoge por “Montellano” a “José Corbacho Reina”.[4] La segunda por “El Guadalete” al informar en 1903 de la muerte de un antiguo e ilustrado alcalde del municipio: 
 
Noticias de Sevilla: (...).
-Ha fallecido repentinamente en Montellano don José Corbacho Romero.
Hombre de gran ilustración y amante del progreso, fué doctor en Medicina y Cirugía y desempeñó con singular acierto la Alcaldía de Montellano en las etapas de mando del gobierno liberal.”.[5]

Todo ello podría indicar a lo sumo algún tipo de parentesco al menos con el padre del futuro cantaor, si bien induciría a pensar en vínculos familiares que motivaran el traslado de los padres y hermanos de José Corbacho a dicho pueblo desde Jerez cuando aquél era un niño. ¿Desarrollarían allí sus padres el negocio de una posada de donde se originase el nombre artístico por el que siempre fue conocido el cantaor?

Primeras apariciones en Sevilla. La Vinícola.
 
La primera vez que encontramos a El Posadero en una comparecencia pública como cantaor profesional es ya en Sevilla donde desarrollaría casi toda su trayectoria. Participó en un monumental programa de variedades celebrado el día 24 de agosto de 1921 en el Salón Ideal Concert situado en la confluencia de las calles Calatrava y Fresas. Se trataba de una función benéfica al Hospital de Sangre del Palacio de San Telmo donde curaban a los heridos de las tropas españolas en Annual por las rebeliones rifeñas en Marruecos.
Entre los artistas flamencos que con él participaron se encontraban El Gloria y sus hermanas Luisa La Pompi y La Sordita, Juana La Macarrona, Paco Senra, los bailaores Gómez Ortega, La Niña de los Peines y su cuñada Eloisa Albéniz, Manuel Escacena, Manuel Vallejo y José Cepero. Así se apreciar en el recorte de la revista “Eco Artístico” que cubrió la crónica de espectáculos de esos días:
 
Eco Artístico”; 15 de septiembre de 1921. 
A la derecha imagen de la fachada del Teatro Ideal Concert de Sevilla en el año 1922.
 
A los pocos días, en septiembre de ese mismo año y también en otra función benéfica para los heridos de Melilla, cantó El Posadero en el Ideal Cinema de la Alameda de Hércules. Entre el elemento flamenco destacaron también El Niño Medina y La Antequerana, según contaba el mismo número de la referida revista madrileña:
 
Revista “Eco Artístico” de Madrid;
jueves 15 de septiembre de 1921
 
Por una crónica de espectáculos con nómina de artistas que recoge un cronista, que firma como “El Sobrino de Galerín” en la revista quinquenal de Cádiz “Deportes, Teatros y Toros”, sabemos que en octubre de ese año pasó al Salón Ideal Rosales de la calle Pureza de Triana compartiendo aquel escenario con algunos flamencos arriba citados más el cantaor Rafael Cañete y el bailaor Frasquillo:
 
Desde Sevilla.-
Reporteando.-
Teatros. (...).
‘Ideal Rosales’.- Petit Benítez, bailarina.
La Lucerito, cantadora de flamenco. Frasquillo, bailador flamenco.
La Coralito, cupletista. María Zarzo, bailarina clásica. Mora Leri, cupletista.
El Posadero, cantador flamenco.
Trini Benítez, cupletista.
Todo esto en primera sección.
La Perlita, cupletista. Hermanas Maruni, pareja de bailes.
Rafael Cañete, cantador flamenco.
Socorrito Benabat, cupletista. El Gran Luna, prestidigitador.
Hermanas Jerezanitas, pareja de bailes. Pepita Moreno «La Antequerana», cantante de aires regionales y flamenco.
Carmela y Antonio, duetistas, bailarines y monologuistas.
«Los Pujales», troupe.
Estos números en segunda sección.
De todos sobresalen grandemente «La Antequerana», Frasquillo, Trini Benítez, Hermanas Jerezanitas y los notables artistas Carmela y Antonio, que con sus bailes y cuplés de imitaciones logran grandes aplausos.
La troupe «Los Pujales», también gusta.”.[6]
  
Interior de la sala Ideal Rosales en Triana en 1921
 por el mismo tiempo en que actuó en su escenario El Posadero.
 
Según declaraciones del gran guitarrista Esteban de Sanlúcar al cantaor Luis Caballero Polo, también sobre ese tiempo, posiblemente en el sevillano Café Novedades poco antes de su cierre en 1923, El Posadero cantaba noche tras noche acompañado del toque de su hermano Antonio de Sanlúcar, entre otros estilos, por serranas con la conocida letra: “Una cordera...”.[7]
 
De los siguientes párrafos en alabanza al restaurante La Vinícola que inserta el diario local “El Liberal” se deduce que por esos años El Posadero era habitual integrante de un elenco flamenco de categoría que actuaba en aquel establecimiento de la sevillana Plaza del Duque en la primavera de 1923:
 
Restaurant La Vinícola.- (...).
Hoy día del Corpus inaugura la temporada oficial de verano el popular restaurant «La Vinícola».
Este establecimiento, que no hace mucho era mirado con la mayor indiferencia, se ha convertido en el preciso para sevillanos y forasteros, desde que lo tomó á su cargo el indispensable Marcos Borbolla, secundado por su primo y lugarteniente Urbano Ibáñez el de la calleja. (.../...).
Durante la pasada temporada de invierno han honrado con su presencia los salones de «La Vinícola» distinguidas personalidades que hicieron los mayores elogios de la selecta cocina y servicio esmerado.
Entre ellas recordamos á los eximios literatos señores Linares Rivas y Pérez Lugín (Don Pío); las notabilísimas actrices Catalina Bárcena y María Gámez, y al general Sanjurjo.
También han desfilado por allí la popular Pastora Imperio, Sánchez Mejías, Chicuelo, La Rosa, Algabeño, y otras notabilidades. (...).
El elenco cantante que tiene su parada fija en «La Vinícola», ha crecido. Han venido más «niños» de otros puntos con ganas de eclipsar á la Niña de los Peines, Cayetano, Colorao, Arturo, Tomás, Fosforito, Pomarés, Marchena, Posadero, Pena y otros artistas, columnas firmes del establecimiento.
En «La Vinícola» pide usted un chato y le dan dos tapas, una de cocina y otra de cante.
Mientras se come usted aquello le regalan el oído con lo de moda:
«Aunque el río llegue á Palma».
Y así no hay cristiano que se vaya. (...).
¡Caballeros! ¡A «La Vinícola»!”.[8]
 
Imagen retrospectiva de la Plaza del Duque de Sevilla. En un mismo edificio La Vinícula (mitad izquierda) y Teatro Duque haciendo esquina con la calle Trajano.
(Archivo Julio Domínguez Arjona).
 
Esto coincide con el breve texto que sobre este cantaor expone el Diccionario Enciclopédico del Flamenco cuando dice:
 
...su trayectoria artística se desarrolló principalmente en la capital hispalense, actuando en los cafés cantantes y durante varios años en el restaurante La Vinícola así como en las fiestas íntimas de la Alameda de Hércules sevillana”.[9]

Iniciado el año 1924 se sabe que participó en Sevilla en algunos eventos, caso de la fiesta celebrada por el bautizo de la niña Elisa Camero Terán en San Martín, la cual tuvo lugar en el mes de febrero, según relató la prensa:

El elemento joven organizó una agradable fiesta andaluza, en la que intervinieron los afamados cantadores de flamenco Pepe Torres y el «Posadero», acompañados á la guitarra por Manolo el «Moreno».”.[10]

Se sabe que la noche del martes 13 de octubre de 1925, El Posadero cantó en una emisión radiada desde la plaza de San Francisco de Sevilla con motivo de la Fiesta de la Raza. Un numeroso público pudo escuchar directamente el programa a través de un gran altavoz colocado en la fachada de las Casas Consistoriales. El diario “El Liberal” del día después así lo cita:
 
La audición extraordinaria de anoche del Radio Club Sevillano. (...).
La emisión fué clara y perfecta, escuchándose todo el programa –que ya conocen nuestros lectores- con singular claridad. (...).
La Orquestina Martínez, nueva y valiosa agrupación musical, integrada por notables elementos, que dirige el maestro Martín, ejecutó un notable programa de concierto, completando la parte musical la orquesta de la estación.
La artista Catalina Bárcena y el cantador flamenco «El Posadero» cantaron diferentes números. (...).”.[11]
 
 
Un gran saetero.
 
Año y medio después El Posadero se reveló como un gran saetero y así fue destacado por la prensa de Granada:
 
El notable artista sevillano José Corbacho, ‘El Posadero’, que ha obtenido grandes éxitos cantando saetas de Semana Santa.”.[12]
 
Precisamente en la Ciudad de los Cármenes encontramos al El Posadero actuando junto Paquita La Macarena ambientando con sus saetas una popular película en Granada. “El Niño de las Monjas” se proyectó en el Coliseo Olympia de la Gran Vía desde al menos el jueves 11 al domingo 14 de mayo de 1926. La prensa local le anuncia como cantaor sevillano:
 
El Defensor de Granada. Decano de la Prensa diaria de esta provincia”.
Arriba ediciones de mañana y tarde del miércoles 10; 
el de abajo se repitió hasta el domingo 14 de marzo de 1926. 
A la derecha otro anuncio del mismo diario en su edición del jueves 11.
 
Como se observa en estos anuncios se destaca que:
 
Durante el desfile de las cofradías de la Semana Santa en Sevilla cantarán saetas los afamados artistas sevillanos Paquita Aguilar (La Macarena) que ha lucido sus buenas cualidades ante SS. MM., y José Corbacho (El Posadero). (...).
Adaptación Musical – Gran Orquesta.
Banda de Trompetas, Cornetas y Tambores”.[13]
 
Vista general del interior de la sala, palcos laterales y escenario del Coliseo Olympia en una foto tomada mes y medio tras su inauguración el 21 de noviembre de 1920. En dicho teatro de la Gran Vía de Granada cantó saetas El Posadero a mediados de marzo de 1926.
 
Como curiosidad diremos que por esos mismos días Manuel Centeno y La Finito también cantaron saetas en Barcelona para la película “Currito de La Cruz”.
Diez días después, finalizando ese mismo mes la cinta es exhibida en el Teatro Cervantes de Almería, situado en el Paseo del Príncipe, y nuestro cantaor es contratado con el mismo fin:
 
La Independencia. Diario católico” de Almería;
miércoles 24 y jueves 25 de marzo de 1926.
 
Tras estas comparecencias, un mes después, el 25 de abril de 1926, aparece públicamente en el Teatro Cervantes, ahora en el de la plaza del Campillo de Granada. En esta ocasión participó en un concurso de cante andaluz organizado por José Tejada Martín, El Niño de Marchena, discípulo al igual que José Corbacho de Rafael Pareja. En el competente jurado estuvieron entre otros los cantaores Frasquito Yerbabuena y Mariano Morcillo:
 
En Cervantes.-
El Concurso de Cante Andaluz.-
El domingo fué en Cervantes el concurso de cante Andaluz organizado por el célebre cantaor «El Niño de Marchena».
Mucho público asistió a la fiesta y aplaudió al «Niño» en sus notables fandanguillos, así como a los demás cantaores.
«El Camacho», el «Posadero de Sevilla», «El Niño de Puertollano», Juan Soler y el «Pescadero de Linares», acompañados por «Pepe el de la Flamenca» y otros clásicos tocaores.
Hubo varios espontáneos, y de éstos ganó la copa del concurso el jovencito Antonio Moreno (a) el «Almendrica», que se cantó por fandangos «marcheneros», con todo estilo.
Formaron el Jurado los señores Mariano Morcillo, Fernando Amador y Frasquito Gálvez.
Hubo bastante público, sobre todo en las alturas.- Bambalina”.[14]
 
El Niño de Marchena y el desaparecido Teatro Cervantes de Granada.
 
A raíz de sus comparecencias públicas ilustrando escenas de la Semana Santa en la referida película muda, El Posadero debió adquirir cierto predicamento en Granada como estilista de saetas. Así, Curro Albaicín, al abordar la personalidad artística de su tía, la cantaora gitana Carmela La Parranda, asegura que nuestro protagonista fue contratado como saetero en alguna que otra Semana Santa granadina:
 
Junto con el cantaor sevillano el Posaero, le cantaron saetas desde la Torre del Cubo de la Alambra a la hermandad de las Maravillas.”.[15]
 
 
Madrid, Málaga, Córdoba, Valencia y Barcelona.
 
Un año después consta su participación en una gran función flamenca que tuvo lugar el 7 de marzo de 1927 en el madrileño Circo Price, siendo anunciado El Posadero en el programa correspondiente, en un elenco donde además de él, intervinieron los cantaores Emilio el Faro, Pedro García, El Niño de Quesada, La Niña de Jerez, Eusebio Villarrubia, El Niño del Almendro, La Ciega de Jerez, José Cepero, Guerrita, La Niña de los Peines y El Niño de Marchena; junto a los tocaores Vicente Gómez, Marcelo Molina, Luis Maravilla, Manolo de Badajoz, Julio Alonso, Serapio Gutiérrez, Luis Yance y Ramón Montoya.[16]
 
De sus andanzas por tierras malagueñas, posiblemente en este año de 1927, tenemos constancia por algunas comparecencias públicas de El Posadero en la localidad de Álora a través de lo escrito por José Navarro Rodríguez:
 
Cosas del cante.
Álora y su tradición. (...).
En la década de 1920-30, en el teatro Salón Navarro, que fundó mi padre, se dedicó de lleno a cultivar el cante flamenco, desfilando por su pequeño escenario de cañas, los mejores de la época. Por allí pasaron don Antonio Chacón, Manuel Torre, Tomás Pavón y su hermana la Niña de los Peines, Fernando el Herrero, Manuel Escarcena, Juan y Pedro Soler, Los Pescaeros de Linares, El Gloria y sus hermanas las Pompi, El Posaero, El Pena, Cachorro, El Seco, Juan Hierro, Cayetano de Cabra, Manuel Centeno, Cepero, Vallejo, El Cojo de Málaga, etcétera, etc, hasta completar la relación de los grandes cantaores de aquellas fechas. (...).”.[17]
 
El caso es que a inicios del verano siguiente El Posadero se encuentra en la misma ciudad de Málaga. Junto a Joaquín Vargas Soto ‘El Cojo de Málaga’ cantará en el famoso Balneario del Carmen, sustituyendo a La Niña de los Peines, según anuncia el diario local “La Unión Mercantil” del último día de junio de 1927:
 
Páginas 3 y 4 de “La Unión Mercantil. Diario de intereses generales” de Málaga;
jueves 30 de junio de 1927.
 
Parque Balneario Nuestra Señora del Carmen hacia 1925.
Desde 1922 en que se abrió su restaurante, además de los baños, se daban en su entorno regatas, verbenas y conciertos de variedades y flamenco.
 
Ambos cantaores en compañía de otros flamencos realizarán una gira estival por distintas localidades andaluzas ya que, tras Málaga, a los dos meses actúan por la provincia de Córdoba, en el coso taurino de Cabra el miércoles 25 de agosto de 1927. El Posadero y El Cojo son cabeza de cartel o reclamo, con el que también se presenta un elenco algo mediocre que simula una boda gitana, a tenor de lo que informaba el periódico “La Voz” del día siguiente:
 
La Voz. Diario gráfico de información” de Córdoba; jueves 26 de agosto de 1927.
A la derecha El Cojo de Málaga.
 
A pesar de estas opiniones la empresa no debió ir mal pues las actuaciones de ambos cantaores con dicho formato continúan hasta llegar a la capital de España al mes siguiente. Claro es que el original espectáculo “Una boda entre gitanos” fue mejorando con nuevos integrantes:
 
Anuncio de “La Libertad” y también de “El Liberal” de Madrid;
ediciones del martes 27 de septiembre de 1927.
 
Así pues, no debutó en El Posadero en Madrid en el Teatro Fuencarral, como siempre se ha dicho, sino en el Circo Price. El mismo espectáculo flamenco lo presentarán a inicios del mes de octubre, esta vez sí, en el escenario del Fuencarral, informándonos el diario “La Opinión” de otros integrantes del elenco como Chaconcito. Al mismo tiempo, en el Teatro Maravillas, cantaba La Niña de Linares:
 
Espectáculos para mañana.- (...).
Fuencarral.- A las diez y media: Original espectáculo: “Una boda entre gitanos”, en la que intervienen 12 auténticos gitanos malagueños. Cuadro de cante flamenco: Ángel el de las Marianas, José Corbacho, (El Posadero), Antoñito García Chacón y Joaquín Vargas (El cojo de Málaga), maestro de los cantaores y Emperadores de las tarantas. (...).
Maravillas.- A las seis y media y a las diez y media: Cinematógrafo, Carmen Dauro, Carmen Numantini, Niña de Linares, Antinea, Hermanas Obiol, Diany y Pedro, Orquesta Mirecki, Sister G., Satanela, y Guillén.”.[18]
 
El diario “ABC” del mismo día da más detalles, a la vez que especifica que tanto El Posadero como el guitarrista malagueño Manuel Cañestro eran nuevos en Madrid:
 
Diario “ABC” de Madrid; martes 4 de octubre de 1927.
A la derecha el tocaor Cañestro.
 
En las postrimerías de ese año de 1927 encontramos a El Posadero en la Ciudad Condal participando en el beneficio del cantaor cartagenero Juan Baños Sánchez ‘Fanegas’ (1893-1985) que tuvo lugar en el Teatro-Circo Barcelonés según anunció “La Vanguardia”:
Página 24 del n.º 19.916 del diario “La Vanguardia” de Barcelona; jueves 22 de diciembre de 1927.
El cantaor Juan Baños ‘Fanegas’
(Archivo Pedro Fernández Riquelme)
 
Al inicio de la primavera del año siguiente se encuentra José Corbacho formando parte de un espectáculo de Alberto Monserrat y dentro de un elenco flamenco con El Niño de Marchena como cabeza de cartel. Con esta compañía actuará en la Plaza de Toros de Valencia el domingo 3 de junio de 1928. Es relevante cómo destaca el corte clásico de cante nuestro protagonista el anuncio de “El Pueblo” de ese mismo día:
 
José Corbacho (Posadero). Debut. Único émulo de Chacón, con sus cantos jondos.
 
Página 3 de “El Pueblo. Diario republicano de Valencia”;
domingo 3 de junio de 1928.
 
Mes y medio después, en pleno verano, nuevamente en Barcelona en el Teatro-Circo Barcelonés participó el viernes 20 de julio de 1928 en una Grandiosa Fiesta Flamenca organizada por el empresario y guitarrista mallorquín Juanito El Dorado. Así lo anunciaba “La Vanguardia” de ese día:
 
Circo Barcelonés.
Hoy viernes, noche, a las 10 ‘Grandiosa Fiesta Flamenca’ organizada por el popular ‘Juanito El Dorado’ tomando parte el maravilloso cantaor Cojo de Málaga y los célebres cantaores Paco El Granadino – Niño de Málaga – Niño Caracol – Niño Vallecas – Niño de La Perla – José Corbacha El Posadero y Chato de Valencia, y las bailaoras Leonor Chicharra – María Mendaña – Concha Chicharra – Micaela Mendaña y los tocaores José Martínez – Manuel Domínguez y Juanito El Dorado.- Precios populares.- Se despacha sin aumento de 11 a 1 y tarde desde las 4.- (...).”.[19]
 
El antiguo Teatro-Circo Barcelonés en la actual Plaza de Cataluña de la Ciudad Condal hacia 1927.
(Fondos Ayuntamiento de Barcelona).
 
 
Con El Niño de Marchena en Sevilla. En tierras murcianas.
 
En el verano siguiente se encuentra nuevamente El Posadero en Sevilla. Acompañado del tocaor cordobés Antonio Moreno Fernández canta en un cinematógrafo que había en la antigua Huerta de la Barzola según un escueto anuncio del periódico “El Noticiero Sevillano” a inicios de agosto de 1929:
 
Espectáculos para el martes. (...).
Cine de La Huerta.
«Rosa de, media noche» y cante flamenco por el Posadero, acompañado a la guitarra por Antonio Moreno. «El que no corre vuela». De nueve y media a una.”.[20]
 
Tan sólo cinco días después participa El Posaero en una fiesta auspiciada por el Niño de Marchena y el empresario Vedrines en el Pasaje del Duque de Sevilla. En ella participan además muchos de los miembros de la compañía de Ópera Flamenca que, capitaneada por el propio Marchena, recaló en la ciudad al regreso de su última actuación en Huelva. El elenco estaba formado por José Cepero, Angelillo, Guerrita, El Pena Hijo, Personita, El Pescadero y Ángel Penalva ‘el de las Marianas’ al cante; El Estampío y Acha Rovira al baile, y Martell, Manuel Bonet, Luis Yance y Ramón Montoya en las guitarras, algunos de los cuales participaron en dicha fiesta. El seguimiento que del evento hizo “El Noticiero Sevillano” constata la eclosión artística de José Tejada, el favor del que gozaba entre sus compañeros y la popularidad que su cante había adquirido en la afición. Debido a la poca calidad de la reproducción del ejemplar de prensa, y por la novedad de la misma, transcribo íntegra la referida crónica:
 
Una fiesta ofrecida por el Niño de Marchena.
El Niño de Marchena, aquel muchacho que hace pocos años veíamos todos deambular por Sevilla, entrando y saliendo en cuantos lugares se reunieron buenos aficionados al cante, osando apenas levantar su voz entre ellos, y que más tarde marchó a Madrid buscando más amplios horizontes para sus ambiciones, se encuentra de nuevo entre nosotros gozoso de poder compartir con los que presenciaron sus comienzos artísticos, la alegría que llena su espíritu juvenil por la serie de ininterrumpidos triunfos alcanzados en la Corte y que tuvieron su culminación, rotunda y clamorosa, en la “Copla Andaluza”.
Pepe Marchena, al que su condición de triunfador no ha envanecido, conserva en su trato y en todo el aire de su persona la misma simpática modestia que tantos amigos le conquistara. Y al encontrarse de nuevo en Sevilla, quiso celebrar con una comida, a la que invitó solo a un grupo de antiguos y buenos amigos, la alegría que le retozaba por el cuerpo.
El acto se celebró anoche en uno de los salones altos del Pasaje del Duque el feudo del gran simpático Manolito Mates. Y a él concurrieron periodistas, artistas y virtuosos del cante “jondo” y de la guitarra.
La comida discurrió en un ambiente de gratísima cordialidad haciendo gala los comensales del buen humor y gracejo propio de la tierra.
Al final se pronunciaron “discursos” rebosantes de ingenio, por Paco Ruiz de los Ríos, Montoya, el indispensable virtuoso de la guitarra, y Agustín López Macías “Galerín”. Los “oradores” como decimos, estuvieron felicísimos.
Después... después vinó lo serio. Una audición de cante por todo lo alto, una verdadera función de ópera flamenca, en la que tomaron parte el Niño Marchena, Fernando el Herrero, El Pena, el Posadero, el pescadero de Linares, Luis Vélez, el Niño de la Ramona y el Niño de Linares. A estos “cantaores” acompañaron los “tocaores” Ramón Montoya, Luis Llancés, Alfonso Alfaro, Eduardo el de San Eloy y Luis Jiménez.
¡Qué modo de cantar y de tocar! Los oyentes estábamos embelesados. Allí se cantó de todo “lo grande” llegando hasta la caña y la “seguiriya” pasando por los caraccles.
La fiesta terminó a hora muy avanzada y de ella guardarán imborrables recuerdos cuantos tuvieron la fortuna de presenciarla.”.[21]
 
Instantánea de la fiesta que ofreció El Niño de Marchena en Sevilla la noche del sábado 10 de agosto de 1929. Aunque la fotografía no es de buena calidad se aprecian en el primer plano, y en el centro, sentados, al anfitrión y Ramón Montoya a la guitarra. Detrás a la altura del clavijero de la guitarra, de pie, Luis Yance. Justo detrás de Marchena, de pie aparece José La Luz, cantaor de Linares, quien a su derecha posiblemente tenga al Pena Hijo. Fernando El Herrero es posible que sea el que aparece en primer plano sentado a la derecha del Niño de Marchena. A la derecha de éste último, de pie, el periodista sanluqueño ‘Galerín’. La cabeza que aparece en segundo plano entre Marchena y Montoya quizá sea El Posadero.
 
El anónimo redactor de “El Liberal” de Sevilla, en su edición de dos días después, 13 de agosto de 1929, bajo el titular: “Una comida y un rato de cante flamenco”, complementa un relato en el que Fernando El Herrero cantó mucho y bien:
 
...El Niño de Marchena, que nació al arte en Sevilla, aún no ha cantado aquí en público. Lo hacía sólo en reuniones. (...).
Después de la comida nos deleitó a los amigos con la maravilla de su estilo inconfundible. Empezó con el repertorio de Chacón el inmenso, y terminó con sus fandangos que emocionan, que hacen sentir. ¡Qué bien canta Marchena! (...).
Después y acompañado por Luis Haule (sic), otro prodigioso guitarrero madrileño, cantó la caña y su macho, el polo y soleares Fernando el Herrero, el único que hoy sabe esos cantes “machos”, olvidados por todos. Acompañado por Montoya cantó el Herrero caracoles y serranas. (...).
Por último cantaron muy bien el Niño de Linares, el Posadero, el Niño de Vélez y dos o tres espontáneos”.[22]
 
De sus incursiones en tierras murcianas Francisco Pareces apunta que El Posadero cantó en la ciudad de Cartagena entre los años 1929 y 1930, cuando “el dueño del cartagenero Café del Tranvía, situado en el número 3 de Puertas de Murcia, recupera los espectáculos de cante jondo que años antes tanta gloria dieran al local y a la historia del cante de la Región”.
Es posible que la propuesta de actuar en el mencionado establecimiento viniera por mediación del cantaor cartagenero Juan Baños ‘Fanegas’ en cuyo homenaje de Barcelona intervino El Posadero a finales de 1927.
De hecho, según el referido autor, en aquel escenario El Posadero coincidió con Fanegas y con otros cantaores locales y foráneos como el Soldado de Sanlúcar, Verdulerito de Málaga, Niño de Quesada, Niño de Coín, Vallejo Chico, El Canario de Madrid, Cobitos, José Rebollo, La Piquito de Oro, María la Granaína, Niña de Chiclana, Valentín Pedreño ‘El Cano’, La Niña de Linares o el Niño de las Moras; y también con los tocaores Blas Hernández ‘Montoya II’, José Mateo ‘El Zocato’ o El Malagueñito.[23]
 
Puertas de Murcia en Cartagena donde se ubicó el Café del Tranvía.
 
 
Los escenarios de Sevilla y Córdoba. Granada y Madrid.
 
Tiempo después, iniciada la primavera de 1932, encontramos a José El Posadero en el Salón Olimpia de Sevilla, situado en las confluencias de las calles Tarifa, 3 con Javier Lasso de la Vega, 7. Comparte aquel escenario con la pareja de baile de Frasquillo y La Quica, el tocador Antonio de Sanlúcar y otro cuadro de baile andaluz dirigido por Miguel Peña y Margarita Gómez. Este establecimiento competía en su oferta flamenca con el Kursaal sito entre las calles de O’Donnell, 6; San Acasio, 4 (actual Pedro Caravaca), y Sierpes, 8:
 
Anuncios de “El Noticiero Sevillano. Diario republicano” de Sevilla; izquierda: jueves 14 de abril de 1932; derecha: sábado 16 al viernes 22 de abril de 1932.
 
Más de tres años después, en pleno verano de 1935, cantará nuevamente El Posaero en Córdoba formando parte de un elenco flamencos en el Cine Andalucía, según anuncios de la prensa de la ciudad:
 
Diario de Córdoba. Periódico independiente decano de la prensa cordobesa” y “La Voz. Diario republicano”; ediciones del martes 27 de agosto de 1935.
 
El tocaor Andrés Heredia, recordaba “visiblemente emocionado al viejo cantaor el Posadero” a quien acompañó como profesional en 1936, en el Teatro Olimpia de Madrid, junto a Luis El Pavo y Niño Ricardo dentro de un elenco artístico formado, entre otros cantaores, por El Bizco Heredia –padre del guitarrista- y El Niño de Barbate, además del bailaor Tomás el Chaqueta.[24]
 
Antonio Mairena, en el capítulo 18 de su libro “Las Confesiones...” y para el epígrafe titulado “Un enredo amoroso”, sitúa una fiesta en la Alameda de Hércules sevillana, en la que El Posadero participa, hacia los años de la contienda española, en la que estuvieron presentes el propio Mairena, dos mujeres de Cádiz y el Tartaja, personaje muy conocido en los círculos flamencos sevillanos:
 
... nos fuimos los cuatro para la Alameda, donde las íbamos a invitar a café. Cuando llegamos a la Alameda estaban reunidos Antonio Rangel, el ‘Posaero’, Gutiérrez el guitarrista y otros”.[25]
 
La primera aparición pública de El Posadero tras la Guerra Civil que hemos localizado es nuevamente en Córdoba junto a la cantaora carmonense Pepita Caballero y el pacense Manolo Fregenal cantando en el coso taurino de la localidad de Cabra la noche del domingo 25 de abril de 1943, según recogió el diario local “La Opinión” dos días después:
 
La Opinión. Decenario de la Virgen de la Sierra” de Cabra; martes 27 de abril de 1943. A la derecha la cantaora Pepita Caballero.
 
De ese tiempo, allá por el año 1945 al 1947, los entonces jovencísimos y noveles artistas alcalareño Miguel Maya y utreranos Diego Chamona y Gaspar de Utrera, recordaban de sus primeras vivencias flamencas en la Alameda de Hércules sevillana haber visto asiduamente a El Posadero en fiestas, junto a grandes cantaores como Pepe El Culata, Tomás El Chaqueta y el hijo de El Gloria, entre otros.[26]
 
Finalizando esa misma década encontramos a El Posadero cantando en una fiesta de alcurnia celebrada en Sevilla, en el palacio de los Duques de Gandía y Osuna que tuvo lugar el domingo 27 de abril de 1948. De la larga crónica que firma Fernando de Velasco, publicada en el semanario sevillano “Lunes”, transcribimos el siguiente extracto: 
Fiesta de época 1848 en el palacio de Osuna. (...).
Ha terminado la Real Feria de Abril con un broche de oro, y digo broche de oro porque la fiesta que anoche ofrecieron los duques de Gandía y de Osuna en su palacio de la Plaza del Museo, no ha sido otra cosa que realzar el Centenario de la Feria de Abril que precisamente se ha cumplido este año. (...).
El marco es un soberbio palacio, enclavado en la plaza del Museo y propiedad de los duques de Gandía, y una de las mansiones más aristocráticas y señoriales de Sevilla. (.../...).
Ya bien entrada la mañana, y en pleno apogeo de te fiesta, se organizaron cuadros flamencos, a cargo de la incomparable Pastora Imperio, el bailador Rafael Ortega y los cantantes el Posadero, Sepero y el Culata. Terminado el “flamenco”, fue servido un espléndido desayuno, concluyendo con ello esta agradable y memorable fiesta, que quedará grabada en el recuerdo de cuantos tuvimos la suerte de asistir a ella.”.[27]
Pepe El Culata y José Cepero dos de los cantaores que, junto con El Posadero participaron en la referida fiesta sevillana de los Duques de Gandía y de Osuna.
 
Al mes siguiente, en mayo de 1948, El Posadero se encontraba en Madrid para participar en el “Gran Concurso Nacional de Arte Jondo”, celebrado en el Teatro Monumental Cinema. José Corbacho obtuvo junto a José Vera Aranda ‘Pepe de Álora’ el primer premio de cante en dicho evento que fue organizado por Vicente Escudero y patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid. Este es el certamen al que cuatro años después se refería Rafael Pareja al hablar de El Posadero, cuando explica:
 
...siendo para mí un motivo de gran satisfacción que este discípulo mío ganara hace pocos años un concurso organizado en Madrid, cantando por Soleares, que los buenos aficionados saben que es lo más difícil del cante flamenco.”.[28]
 
En aquel concurso también participaron otros cantaores, citándose, entre los que obtuvieron premios menores, a El Troni, Chiclanita, Manquillo de Jerez, Pericón de Cádiz, Acosta, La Niña de la Puebla y el Pili de Madrid. Entre los bailaores destacó Regla Ortega, a quien fue otorgado el primer premio; contándose también entre las premiadas las malagueñas Antonia La Gitana y su hija La Paula, y la sevillana Margarita Cruz.[29]
Con un elenco formado por algunos participantes emprendieron seguidamente una gira con el espectáculo “Fantasía andaluza”. Así, ese mismo verano de 1948 regresará a la ciudad de Granada para cantar en un gran espectáculo flamenco en la Plaza de Toros del Triunfo con un gran plantel de cantaores que tuvo lugar el miércoles 21 de julio. Así lo anunció del diario “Ideal” el mismo día:
 
Diario “Ideal” de Granada; miércoles 21 de julio de 1948.
 
Al día siguiente, jueves 22 de julio, actuaría en el Gran Cinema Trinidad de Sevilla con el mismo elenco al que se le añadieron algunos elementos como los cantaores Niña de Castro y Manolo El Malagueño. Para dicha ocasión fue anunciado como El Posadero. Ganador del Primer Premio en el último Concurso de Madrid”.
 

Últimas apariciones públicas en Sevilla.
 
Hacia el año 1952 han de situarse algunos recitales o fiestas flamencas en que participó José El Posadero según dejan entrever los datos del guitarrista gaditano Luis Santiago Palma, ‘Palmita’, ofrecidos por el periodista murciano Pedro Guerrero:
 
...En el campo profesional entra con Pericón de Cádiz, “El Bendito” y “Currurú de Cádiz”. Acompaña a la guitarra a José Cepero, Canalejas de Puerto Real, “El Posaero de Sevilla”, Pepe “el de la Matrona”, Bernardo “el de los Lobitos”, Carmen Amaya y La Paquera el día de su debut ante el público.”.[30]
 
El Posadero
(Archivo Juan Rondón Rodríguez)
 
Por esos mismos años encontramos a El Posadero en una serie de espectáculos flamencos que se pueden considerar sus últimas actuaciones en público junto a viejas glorias del cante y del baile. Así participó en los Festivales de Primavera de Sevilla que tuvieron lugar a finales de mayo de 1954. La prensa sevillana por medio del semanario “Hoja del Lunes” lo anunció así:
 
Hoja del Lunes. Ediada por la Asociación de la Prensa, integrada en el Sindicato del Papel, Prensa y Artes Gráficas” de Sevilla; lunes 31 de mayo de 1954.
 
Uno de los insignes participantes en estos eventos de primavera sevillanos fue Antonio Mairena quien en el capítulo XXXIII de sus memorias, titulado precisamente “Los Festivales”, los cita como claro precedente de lo que luego serían populares eventos flamencos veraniegos. Así mismo, recuerda que tales recitales fueron ideados en una reunión con motivo de una fiesta celebrada en el casino del Aéreo Club en la que es posible que participase también El Posadero, encontrándose entre los asistentes don Manuel Bermudo, el señor Pérez Suárez, don José Muñoz Orellana y don Joaquín Romero Murube, a iniciativa de los que se decidieron dichos actos para el tiempo de celebración del Festival Internacional de Música y Danza:
 
Gracias a aquella reunión se dieron cuatro recitales: en Triana, en la Trinidad, en la calle Arrayán y en el Patio de Banderas. En ellos tomaron parte Manuel Vallejo, ‘el Posaero’, ‘la Malena’ y un servidor, que estuve de cantaor y de organizador. Allí se dio a conocer un nuevo valor: ‘la Paquera’ de Jerez. El éxito fue grandísimo”.[31]
 
En verano de ese mismo año participó en otra serie de sesiones para un festival del cante y baile flamenco que tuvieron lugar en el Teatro Price de Madrid desde al menos el miércoles 22 al lunes 27 de septiembre de 1954. La del miércoles 22 se constituyó en homenaje a una joven Paquera de Jerez. Varios diarios de la capital anunciaron sus sesiones y la “Hoja del Lunes” adjuntó la siguiente crónica de la del domingo 26:
 
Semanario “Hoja del Lunes. Editada por la Asociación de La Prensa” de Madrid;
lunes 27 de septiembre de 1954.
 
Este mismo diario anunciaba la de ese mismo día con nuevas incorporaciones
 
Teatros. (.../...).
Price.- 7 (¡éxito!): Festival del cante. La Paquera de Jerez, Paco Isidro, Montoya, el Posaero, e1 Culata y todos los ases de la baja Andalucía. 11 noche, función homenaje a la Paquera de Jerez y 11 Macarenos. Grandioso fin de fiesta, con intervención de Manolo Caracol, Finita Galicia, Camilín, Juanito Campos, Dolly Montenegro, Gloria y Shanfres, el Pili, Adela Borja y principales figuras de la escena. ¡Será un acontecimiento!”.[32]
 
Fachada del antiguo Circo Price de Madrid.
 
Este festival flamenco del Teatro Price de Madrid tuvo su relevancia y de ella se hicieron eco algunos diarios de otras provincias como el “Diario de Burgos” de finales de ese mes, cuyo crítico comentó:
 
Nueva comedia policíaca, un festival de cante... y nada más. (...).
En cuanto al festival de Price, no nos creemos muy autorizados para enjuiciarlo. Pero sí tenemos que reconocer que, en su género, fue un espectáculo excepcional, pues reunió a las figuras más famosas, de ayer y de hoy, del cante grande y chico, y que el público, formado por algunos entendidos y muchos fervientes, formó parte del festejo con sus fogosos aplausos y sus “olés”, y espontáneas interrupciones, no siempre de buen gusto.
“Jipíos”, cante gitano, taconeo, rasgueo de guitarra, talles cimbreños, brazos morenos bordando arabescos... Y apodos castizos: “el Piripi”, Pepe “el Culata”, “la Paquera de Jerez”, Esperanza Rodríguez del grupo “Los Macarenos”, “el Posaero", muchos nombres más y apellidos de prosapia: Montoya, Amayoa (Antonio), Sanlúcar... En fin, todo el tostado color, todo el agridulce sabor, el gemido y la alegría, de los más celebrados “cantaores” y “bailaores” de la geografía andaluza. (...).
D. Fresno Rico”.[33]
 
El gran cantaor pontanés Antonio Fernández Díaz, ‘Fosforito’, comentaba que por el año 1957, cuando él vivía en Sevilla, en la Alameda de Hércules, llegó conocer a El Posaero, cuando alternaba con otros cantaores y artistas flamencos, entre los cuales se encontraban Manolo de Huelva, Juanito Mojama, María La Moreno, Manuel Vallejo y un joven y exitoso Perrate de Utrera, calificándole de la siguiente forma: “el Posaero, un cantaor buenísimo”.[34]
El propio Fosforito en amable conversación matiza este dato y me comenta que, contando tan sólo 23 años, habiendo ganado el famoso concurso de Córdoba y tras completar una ‘tournée’ que acabó en Puerto Real, vivió una temporada en la calle Susillo de Sevilla. Fue entonces cuando conoció a El Posadero en compañía de Manuel Vallejo y otros artistas en el bar “Las Maravillas” donde asiduamente recalaban los flamencos de la época. Era un punto estratégico pues cerca de este local se encontraba los famosos colmaos de las “7 Puertas” y “Los Majarones”, el kiosco que tenía la antigua bailaora La Malena, el establecimiento de Los Hermanos Bautista y otros por el estilo en La Alameda de Hércueles. Ese entorno y ambiente eran los que frecuentaba en dicha época José Corbacho ‘El Posadero’ quien, al igual que otros cantaores de edad como Rafael Pareja, era requerido por Pepe Marchena para que lo acompañasen. Fosforito me habla de un hombre mayor cuando él lo conoció y que tenía una aureola de cantaor muy puro.
De esa misma época Luis Caballero recordaba con admiración a este cantaor:
 
El Posaero era un viejo cantaor con grandes gafas de aumento, bastón y aire flamenco de a finales del XIX. Su especialidad era el cante por serrana, serranas que correspondían –pudiéramos decir- a su apodo y a su imagen”.[35]
 
Hasta aquí las noticias que hemos conseguido recopilar sobre El Posadero. Al igual que de su nacimiento de su muerte nada hasta ahora he podido encontrar. Es de suponer acaeciera entre mediados y finales de los años sesenta del pasado siglo XX.


Rafael Chaves Arcos

[1] Rondón Rodríguez, Juan: “Recuerdos y confesiones del cantaor Rafael Pareja, de Triana”. Ediciones Flamenco. Córdoba 2001, página 107.
 
[2] Según Juan Rondón Rodríguez: “En Ronda era conocido como “Paquillo El Corto” y en la Línea como “Curro El Canario”. Procedente de Ceuta, llegó para actuar en La Línea sobre 1934 y allí contrajo matrimonio con María León Durán. Francisco López, tras enviudar, regentó el Café “El Clavel” en la calle del mismo nombre, dedicándose desde entonces y de lleno a este negocio, abandonando la actividad artística como profesional. No obstante, cuando la ocasión lo requería, que era con frecuencia en su establecimiento, “se entonaba” cantes de buen cuño, destacando por malagueñas”. (Rondón Rodríguez, Juan: obra cit. Córdoba 2001, páginas 107 y 394).
 
[3] Real Torregrosa, Adolfo; en el n.º 2 de la RevistaFlamenco” de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces; Jerez de la Frontera (Cádiz), Enero-Marzo 1961.
 
[4] En página 3 del n.º 578 de “El Progreso. Periódico político” de Jerez de la Frontera en su edición del jueves 9 de febrero de 1871.
 
[5] En página 3 del n.º 14.861 de “El Guadalete. Periódico político y literario” de Jerez de la Frontera; jueves 20 de agosto de 1903.
 
[6] En portada del n.º 316 de la revista quinquenal “Deportes, Teatros y Toros” de Cádiz; sábado 15 de octubre de 1921.
 
[7] Caballero Polo, Luis: “Historias de Flamencos; Flamencos de historisa “...Y Sevilla, entre otras Divagaciones Flamencas”.”; Ed Giralda, Sevilla 1999; página 72.
 
[8] Página 5 del n.º 8.260 del diario “El Liberal” de Sevilla; jueves 31 de mayo de 1923.
 
[9] Blas Vega, José & Ríos Ruíz, Manuel: “Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco”; Ed. Cinterco (2ª edición), Madrid, septiembre 1990, página 623.

[10] En página 4 del n.º 8.477 del diario “El Liberal” de Sevilla; viernes 15 de febrero de 1924.

[11] Página 2 del n.º 9.056 del diario “El Liberal” de Sevilla; miércoles 14 de octubre de 1925.
 
[12] Página 15 de la revista ilustrada “Granada Gráfica”, Granada; abril de 1926.
 
[13] En portada de los ns.º 24.269 al 24.275 de “El Defensor de Granada. Decano de la Prensa diaria de esta provincia”; ediciones del jueves 11 al domingo 14 de marzo de 1926.
 
[14] Portada del n.º 24.348 y en la página 3 del n.º 24.349 de “El Defensor de Granada”; ediciones del martes 27 y miércoles 28 de abril de 1926.
 
[15] Albaicín, Curro: “Zambras de Granada y flamencos del Sacromonte. Una historia flamenca en Granada”; Ed. Editorial Almuzara. (Madrid), febrero 2011; página 120.
 
[16] Espín, Miguel & Gamboa, José Manuel: “Luis Maravilla “Por Derecho”-”; Ed. Fundación Machado & Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. Sevilla, 1990, página 29.
 
[17] Página 7 del n.º 9.430 del diario “Sur” de Málaga; viernes 21 de junio de 1968.
 
[18] Página 3 del n.º 1.144 de “La Opinión. Diario independiente” de Madrid; lunes 3 de octubre de 1927.
 
[19] Página 16 del n.º 20.096 del diario “La Vanguardia” de Barcelona; viernes 20 de julio de 1928.
 
[20] Página 3 del n.º 12.659 del diario “El Noticiero Sevillano. Edición de la mañana” de Sevilla; martes 6 de agosto de 1929.
 
[21] Página 8 del n.º 12.664 del diario “El Noticiero Sevillano. Edición de la mañana” de Sevilla; domingo 11 de agosto de 1929.
 
[22] Cobo Guzmán, Eugenio: “Vida y Cante del Niño de Marchena”; Ed. Virgilio Márquez Editor. Córdoba, 1990, páginas 49 y 50.
 
[23] Francisco Pareces: “Antonio Ayala “El Rampa”.” Blog La Unión minera y cantaora. Miércoles, 31 de agosto de 2011.
 
[24] Escribano, Antonio: “Y Madrid se hizo flamenco”. Ed. El Avapiés, S. A. Madrid. 1ª edición: abril 1990, página 156.
 
[25] Mairena, Antonio: “Las Confesiones de Antonio Mairena” (Edición preparada por Alberto García Ulecia). Ed. Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Col. de Bolsillo, N.º 53. Sevilla, 1976, páginas 99 y 100.
 
[26] Soler Guevara, Luis: “Flamencos del Campo de Gibraltar”; Ed. Acento, S. L. Tarifa (Cádiz), 2000, página 212; y Martín Martín, Manuel: “Alcalá de la Soleá, un museo abierto”; Ed. Ediciones Giralda. Sevilla, 2006; página 286.
 
[27] Página 5 del n.º 697 del semanario “Lunes. Editado por la Asociación de la Prensa, integrada en el Sindicato Vertical del Papel, Prensa y Artes Gráficas” de Sevilla; lunes 28 de abril de 1948.
 
[28] Rondón Rodríguez, Juan: obra cit. Córdoba 2001, página 107.
 
[29] Blas Vega, José: “El Flamenco en Madrid”; Ed. Almuzara, S. L. Madrid, 2006, página 183.
 
[30] Pedro Guerrero “-“La Voz de Los Hombres”.- “Palmita” profesor de guitarra de Soraya, vive en Lorca”; en página 11 del n.º 10.088 de “Línea. Diario regional del Movimiento.” de Murcia; viernes 17 de abril de 1970. Parte de esta entrevista también se publicó en página 17 del mismo diario para la edición del sábado 25 de septiembre de 1982.
 
[31] Mairena, Antonio: “Las Confesiones de Antonio Mairena” (Edición preparada por Alberto García Ulecia). Ed. Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Col. de Bolsillo, N.º 53. Sevilla, 1976, páginas 153 y 154.
 
[32] Página 4 del n.º 810 del semanario “Hoja del Lunes. Editada por la Asociación de La Prensa” de Madrid; lunes 27 de septiembre de 1954.
 
[33] Página 6 del n.º 19.741 del “Diario de Burgos”; jueves 30 de septiembre de 1954.
 
[34] Hidalgo Gómez, Francisco: “Fosforito: el último romántico”. Ed. Grupo Aquí editores Cornellà de Llobregat (Barcelona), 1992, página 55.
 
[35] Caballero Polo, Luis: Obra cit. Sevilla 1999; página 67.

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